California del Norte, tesoro turístico del oeste de los EEUU

Redacción (Madrid)

California del Norte, con su diversidad geográfica y cultural, se erige como un tesoro turístico en el oeste de los Estados Unidos. Desde la majestuosidad de las secuoyas hasta la vitalidad de las ciudades cosmopolitas, la región ofrece una experiencia única que combina la belleza natural con la innovación moderna.

Comenzando con la naturaleza, los Parques Nacionales de California del Norte son verdaderos santuarios. El Parque Nacional de las Secuoyas es hogar del famoso Bosque de las Secuoyas Gigantes, donde árboles imponentes y centenarios se elevan hacia el cielo en una sinfonía de verde. Este rincón natural invita a la reflexión y a la maravilla frente a la grandeza de la madre naturaleza.

No muy lejos, las costas escarpadas del Parque Nacional Redwood, con sus bosques de secoyas junto al océano, proporcionan un telón de fondo impresionante para quienes buscan aventuras en la naturaleza. Senderismo entre estos gigantes es una experiencia que conecta con la esencia primitiva de la Tierra.

La región vinícola de Napa Valley es otro imán para los visitantes, ofreciendo no solo vinos exquisitos, sino también paisajes pintorescos de viñedos que se extienden hasta donde alcanza la vista. Catas de vino, gastronomía de clase mundial y vistas espectaculares conforman una experiencia indulgente que combina placeres culinarios con el deleite visual.

No obstante, California del Norte no se limita a sus maravillas naturales. San Francisco, con su famoso puente Golden Gate y colinas ondulantes, es una ciudad que respira innovación y diversidad. Desde los tranvías que serpentean por las empinadas calles hasta el bullicioso distrito de Fisherman’s Wharf, la ciudad ofrece un panorama cultural vibrante y una mezcla única de tradición y modernidad.

La cercana Silicon Valley, epicentro mundial de la tecnología, es un lugar fascinante para aquellos interesados en la innovación. Visitas a empresas emblemáticas, museos de tecnología y el pulso constante de la innovación hacen de esta región un imán para los entusiastas de la tecnología.

No se puede hablar de California del Norte sin mencionar la belleza de la costa del Pacífico. La Ruta 1 serpentea por acantilados escarpados, brindando vistas panorámicas del océano que quitan el aliento. Pararse en los acantilados de Big Sur o visitar la encantadora ciudad costera de Mendocino es sumergirse en la serenidad de la costa del Pacífico.

En conclusión, California del Norte es una sinfonía de maravillas naturales, innovación y cultura diversa. Desde los árboles gigantes hasta los rascacielos de Silicon Valley, la región ofrece una experiencia turística que satisface todos los gustos. Explorar California del Norte es emprender un viaje que despierta los sentidos y deja una impresión duradera, un testimonio de la riqueza y diversidad que este rincón de Estados Unidos tiene para ofrecer.

La elegancia de la, colorida e histórica ciudad de Charleston

Redacción (Madrid)

Charleston, la joya histórica de Carolina del Sur, es una ciudad que respira elegancia sureña y encanto atemporal. Con sus calles adoquinadas, casas antebellum y una rica historia que se remonta a los primeros días de la colonización, Charleston es un destino turístico que ofrece una experiencia única y cautivadora.

En el corazón de Charleston se encuentra el Distrito Histórico, un laberinto de calles sombreadas por majestuosos robles y decoradas con casas de colores pastel y balcones de hierro forjado. Cada esquina cuenta una historia, desde la arquitectura georgiana hasta las residencias de plantadores que han resistido la prueba del tiempo.

La Batería, con sus imponentes mansiones frente al mar y vistas al puerto, es un testimonio visual de la opulencia de la era prebélica. Pasear por esta área es como dar un paso atrás en el tiempo, con el sonido de las campanas de las iglesias históricas que resuenan en el aire y la brisa salada que lleva consigo los susurros del pasado.

Charleston es también hogar de una escena culinaria de renombre. En la Market Street, el City Market ofrece una experiencia sensorial donde se entremezclan aromas de especias locales, obras de arte y artesanías únicas. Los restaurantes de la ciudad sirven desde delicias del mar hasta platos de la cocina sureña, ofreciendo una paleta de sabores que reflejan la diversidad culinaria de la región.

Las plantaciones como Middleton Place y Magnolia Plantation permiten a los visitantes sumergirse en la historia de la plantación sureña. Sus jardines meticulosamente cuidados y sus casas históricas son un recordatorio de la compleja y fascinante herencia de Charleston.

La hospitalidad sureña brilla con luz propia en Charleston. La amabilidad de sus habitantes se refleja en el «por favor» y «gracias» que se escuchan en cada esquina. Los paseos en carruajes tirados por caballos ofrecen una manera relajada de explorar la ciudad mientras se absorbe la narrativa de un guía local.

El festival anual de Spoleto, que abarca desde la ópera hasta la danza y las artes visuales, añade un toque cultural vibrante a la ciudad. Las calles cobran vida con actuaciones callejeras y exhibiciones, creando un ambiente festivo que atrae tanto a locales como a visitantes.

En conclusión, Charleston es mucho más que una ciudad histórica; es una experiencia inolvidable. Su mezcla única de historia, hospitalidad y belleza sureña la convierte en un destino que deja una huella duradera en aquellos que tienen la suerte de explorarla. En cada calle empedrada y en cada rincón histórico, Charleston revela su encanto atemporal, invitando a los viajeros a sumergirse en un capítulo vivo de la historia estadounidense.

Siente el vibrante espíritu de Miami en 24 horas

Redacción (Madrid)

Miami, una de las ciudades más icónicas y diversas de los Estados Unidos, ofrece a los visitantes un escaparate de cultura, playas doradas y una energía inigualable. Aunque 24 horas pueden parecer insuficientes para experimentar todo lo que Miami tiene para ofrecer, es posible sumergirse en su estilo de vida único y disfrutar de algunos de sus tesoros más emblemáticos en un día.

El día comienza temprano en South Beach, la famosa playa de Miami Beach que a menudo se ha inmortalizado en películas y series de televisión. Aprovechar las primeras horas de la mañana para dar un paseo por la orilla, disfrutar del amanecer sobre el Atlántico y sentir la brisa del océano es una manera perfecta de comenzar la jornada.

Playa de Miami un día de verano, Lugares y Más

Desde South Beach, dirigirse al histórico distrito Art Deco de Miami Beach es imprescindible. Las coloridas fachadas y los diseños retro de los edificios crean un ambiente único que evoca la elegancia de las décadas pasadas. Caminar por Ocean Drive y Collins Avenue permite apreciar la arquitectura y la atmósfera vibrante que caracterizan a esta zona.

Continuando el recorrido, visitar el vecindario de Wynwood es una experiencia artística única. Conocido por sus murales callejeros y su escena de arte contemporáneo, Wynwood se ha convertido en un epicentro cultural. El Wynwood Walls es un espacio donde los artistas internacionales han dejado su huella en forma de arte callejero, creando un museo al aire libre lleno de color y expresión.

El almuerzo en Little Havana es una oportunidad para sumergirse en la rica cultura cubana que impregna Miami. Calle Ocho, la arteria principal de este vecindario, ofrece una variedad de restaurantes donde se pueden disfrutar auténticos platos cubanos como el famoso sándwich cubano y los tostones. Pasear por la zona y disfrutar de la música y las vibrantes tiendas crea una experiencia inmersiva.

Después del almuerzo, una visita al distrito financiero de Brickell es una muestra del Miami moderno y cosmopolita. Las impresionantes vistas de los rascacielos y el horizonte de la ciudad son un testimonio de su crecimiento económico. El Mary Brickell Village ofrece opciones de compras y restaurantes para aquellos que desean experimentar el lado moderno de la ciudad.

Para finalizar la jornada, explorar el distrito de arte y diseño de Miami es una opción encantadora. Conocido como el Design District, este lugar alberga tiendas de lujo, galerías de arte y opciones gastronómicas exclusivas. La fusión de diseño y creatividad es palpable en cada rincón, creando una experiencia única para los amantes de la moda y el arte.

En resumen, explorar Miami en 24 horas es una inmersión en la diversidad cultural, el arte y el ambiente vibrante de esta ciudad única. Desde las playas de renombre mundial hasta los vecindarios históricos y modernos, Miami ofrece una muestra ecléctica de su personalidad. Aunque un día puede parecer corto, es suficiente para capturar el espíritu dinámico de esta metrópolis y dejar una impresión duradera en todos aquellos que tienen la suerte de explorarla.

¡Más Ecuador en el mundo! El país exhibe su oferta turística ante el mercado estadounidense

Redacción (Miami)

Ecuador participó durante el 3, 4 y 5 de mayo en el evento AdventureElevate 22’, en Oregón, Estados Unidos. Este Travel Show es organizado por Adventure Travel and Trade Association ATTA, la red mundial más grande de líderes de viajes de aventura del mundo. La participación ecuatoriana en este evento corresponde al cumplimiento de los objetivos y la estrategia planteada dentro del Plan Estratégico Institucional del Ministerio de Turismo.


Este es otro gran paso para la reactivación del sector, pues permite posicionar a Ecuador como un destino biodiverso y fascinante ante los representantes de la industria del turismo de aventura que acudieron al evento.
Uno de los ejes centrales de la oferta turística de Ecuador fue su gastronomía. Como parte de las actividades llevadas a cabo en el evento, el país fue el anfitrión de un almuerzo con 250 operadores turísticos, quienes pudieron deleitarse con la deliciosa y variada gastronomía manabita. En ese marco, Nathalia Ulloa, subsecretaria de Promoción del Ministerio de Turismo señaló: “estoy orgullosa de mostrarles un poco de las experiencias auténticas que mi país tiene para ofrecer. Su naturaleza, ruralidad, espacios abiertos, turismo comunitario, diversidad cultural, gastronomía única y sobre todo su gente les acogerán con los brazos abiertos”.

Ecuador esconde tesoros por cada rincón del país, Lugares y Más

La experiencia gastronómica que fascinó a los participantes fue creada por la reconocida chef ecuatoriana Alejandra Espinoza, quién gracias a la cooperación de AEI (Alianza para el Emprendimiento e Innovación) asistió al evento y preparó un menú que conquistó los paladares de los asistentes.
Esta degustación consistió en brindar un tradicional ceviche de camarón como entrada; mientras que el plato principal fue un sabroso “enconcao de pescado” y, para cerrar, como postre, se ofrecieron unos crujientes y esponjosos buñuelos de plátano con salsa de chocolate negro y nibs de cacao. También hubo una opción vegetariana que consistió en un guiso de coliflor y coco, acompañado de arroz criollo. La bebida que acompañó el almuerzo fue una infusión de agua de horchata con un toque de “caña manabita” servida en tradicionales “mates” mismos que fueron elaborados por una comunidad de artesanos de Tosagua- Manabí.


La chef explicó al público la procedencia de esta bebida y destacó la relevancia cultural y ancestral de las pequeñas vasijas que, a su vez, son parte de las iniciativas sostenibles que propone la industria turística ecuatoriana.
A decir de los asistentes, el encuentro superó las expectativas. Hubo quienes repitieron algunos platos: “esperábamos una presentación del destino y hemos tenido una auténtica interacción con el Ecuador y una increíble experiencia gastronómica”, afirmó Kim Logan, una de las asistentes.

El ceviche es uno de los platos tradicionales de Ecuador, Lugares y Más

Por su parte, los representantes de las empresas ecuatorianas ATC (Andean Travel Company), Ecoandes Travel, Geo Reisen y Transcord, que participaron en la feria señalaron que la delegación ministerial hizo una gran presentación y regresan al país con altas expectativas gracias al interés demostrado por los empresarios estadounidenses.
Para finalizar esta experiencia que llevó un poco de Ecuador a esta reconocida feria, los asistentes recibieron un bolso con varios souvenirs y productos locales, como café y chocolate (un aporte de la empresa privada nacional) además de artesanías representativas.

Atardeceres de película y el sabor más picante de Estados Unidos

Nuevo México

Por David Agüera

La estética viajera que propone una visita a Nuevo México se ha convertido en un reclamo que crece en interés con el paso de los años. Posiblemente esa imagen de Estado de matices extremos que muestran en las series Breaking Bad o Better Call Saul ha convertido al “rancho español” en Estados Unidos en una propuesta que nos convence. Nuevo México ofrece tanto y tan diverso que nuestro viaje, planificado en un pequeño hotel de adobe en Santa Fe, se descuadra por momentos.
Necesitaríamos un mes para poder disfrutar de este viaje increíblemente escénico y diverso en América del Norte, con infinitas oportunidades para la exploración y la aventura.
Nada más llegar, además de ese clima seco que te penetra nariz y boca, nos encontramos con las personas más acogedoras de toda USA. Con fuertes influencias de la cultura indígena e hispana, este estado ofrece al visitante una multitud de atracciones únicas tanto en grandes ciudades como su capital Santa Fe (donde estamos ahora) y Albuquerque, así como los centros de OVNIS en Roswell y la colonia de artistas de Taos.
Para comenzar nos proponen la primera excentricidad, sin dejar aún las maletas en el hotel, nuestro guía nos invita a comer un par de huevos fritos. Hasta aquí todo normal. Los huevos tienen una imagen excepcional, una yema roja como nunca antes la habíamos visto y un sabor especial con un toque picante (estaban buenísimos), el secreto radica en que a las gallinas sólo se les da de comer chile picante. No hemos salido del hotel y ya me he enamorado de Nuevo México.

Santa Fe es conocida como «Ciudad de los Artistas», Lugares y Más

Santa Fe y el adobe

Mucha gente cree que en Nuevo México sólo hay vacas y OVNIS, pero el estado de las 4 esquinas ofrece diversidad. Como os contaba antes, a esta zona se le llama “el rancho español” en Estados Unidos, y aquí en Santa Fe se habla castellano con normalidad. Además, cuando descubren que eres de España te recuerdan sus raíces con bisabuelos procedentes de nuestro país.
Pasear por la ciudad se convierte en una experiencia única y muy alejada de la imagen que nos suele mostrar el país más importante del mundo. Aquí, a pocos metros de nuestro hotel, encontramos el primer edificio que se construyó en Estados Unidos y unos metros más allá la Catedral de San Francisco de Asís que nunca se terminó. La altura a la que se encuentra la capital de Nuevo México otorga un clima de contrastes con mucha nieve y mucho calor. El aire es muy seco así que la agricultura sufre la escasez de agua, así con todo una de las visitas obligadas es el mercado de los granjeros de Santa Fe. Ambiente festivo, mezcla de culturas y mucha gente para ofrecer todos los productos naturales que da la zona. La entrada es toda una declaración de intenciones, dos grandes puestos de chile picante… ¡Cómo me gusta este sitio!
Me sorprende el número de galerías de arte que encontramos y descubrimos que llaman a la capital “Ciudad de Artistas”porque muchos de ellos residen aquí enamorados de la luz que es diferente y sus atardeceres únicos. El arte propio se muestra también en la arquitectura con el adobe como protagonista y sin un sólo ángulo recto ni dentro ni fuera de las viviendas, es el estilo Santa Fe.
Por cierto, y como curiosidad, Nuevo México y su capital es el destino elegido por los jubilados multimillonarios americanos. Mansiones y casas espectaculares lucen en la ciudad.
Caminamos mucho para descubrir otros rincones como la iglesia de San Miguel, construida por los indios en 1610 ( la más antigua de la urbe) y hablando de indios, a pocos kilómetros de Santa Fe está Brandelier, una reserva india que conserva las casas y el territorio de los pueblos ancestrales.

La ciudad de las series

Acabamos de llegar al verdadero suroeste, eso dicen aquí en Albuquerqe. La ciudad en la que el sol brilla 310 días al año y que la convierte en perfecta para actividades al aire libre (siempre con una botella de agua en la mano).
Aire del desierto, museos de historia viva, cocina local… Albuquerque es la ciudad más grande de Nuevo México y la amplitud es su seña de identidad. Casas unifamiliares que se pierden en el horizonte y que dejan una estampa amarillenta. El mayor problema es la falta de agua. Regar es un lujo.
Me llama la atención la imagen de Las Sandías, una de las panorámicas más emblemáticas de la ciudad. Sistema montañoso que recibe su nombre por el color semejante al de la fruta. Nos proponen un viaje por el teleférico más largo del mundo y junto a nosotros una lluvia de globos aerostáticos, el aire seco de la zona es perfecto para esta práctica.
La ciudad fue fundada en 1706 por los colonizadores españoles, de hecho hay una gran influencia de España. Desde el nombre que se debe a un Duque de Badajoz al uso de nuestra lengua que permanece tras varios siglos.
Albuquerque se ha convertido en destino turístico gracias al éxito de Breaking Bad. Hay excursiones por las localizaciones de la serie , recuerdos a sus protagonistas por toda la ciudad e incluso encontramos el local que preparó para la ficción la supuesta meta-anfetamina, que e realidad era un preparado de azúcar, convertido hoy en el souvenir perfecto.

Caso Roswell

Es el fenómeno extraterrestre más conocido del mundo. Se refiere al presunto choque de una nave en Roswell (Nuevo México) en 10 de julio de 1947. El suceso se considera como el nacimiento de la ufología moderna y ha dado lugar a numerosos debates, teorías y especulaciones sobre la existencia de vida extraterrestre que otros muchos consideran totalmente infundados, aceptando la versión oficial que hace mención al choque de un globo meteorológico en un contexto de gran secretismo como el de la Guerra Fría.

Atlantic City y la capacidad de reinventarse cada día

Por David Agüera

“Meet me tonight in Atlantic City” canta Bruce Springsteen en una de sus míticas canciones. Desde luego la noche despierta todos los encantos de este rincón de Nueva Jersey donde playa, casinos y hoteles viven sin descanso las 24 horas del día.

Es viernes y amanece en la costa este de Estados Unidos, estoy a menos de 2 horas en coche de Nueva York, pero aquí el ambiente y las sensaciones son diferentes. En el Iphone pongo música, me decanto por Bon Jovi para mimetizarme con el destino. Aquí, en este estado, nació el líder de la banda y hoy me sirve para descubrir una ciudad que se convirtió en lugar de recreo para ricos y famosos a mediados del siglo XX.

La playa y el ambiente que se vive en ella otro atractivo, Lugares y Más

Bienvenidos a la alternativa, en este lado del país, a Las Vegas. No es lo mismo, pero mi elección, me hospedo en el Hotel Borgata Casino & Spa, me recuerda a la ciudad del ocio. Las vistas son impresionantes, con una habitación amplia (precio medio 280€) pero con la deficiencia en servicio que podemos encontrar en cualquier hotel de los Estados Unidos. Desde la ventana la panorámica es increíble, el skyline de Atlantic City es uno de los más bonitos que he visto a pesar de que la urbe cuenta con poco más de 40.000 habitantes. Me organizo el día, hay muchas cosas por descurbir en un destino pensado para la diversión.

Boardwalk

La primera parada es obligatoria. El paseo marítimo (Boardwalk) es sin duda la vía más importante y llamativa de Atlantic City, donde el bullicio es constante. No esperen obras faraónicas al más puro estilo de la costa española, aquí el encanto reside en el suelo de madera y lo llamativo de sus tiendas, no existe el lujo pero si el colorido, junto a los establecimientos disfrutamos de alguno de los hoteles más famosos de la ciudad: aquí está el famoso Caesars y el que era mi favorito el Taj Mahal, propiedad de Donald Trump y que hoy se explota bajo la marca Hard Rock Hotel.

El esplendor de los neones de los casinos esconde, en esta ciudad, la cruda realidad con empresas al borde de la ruina durante muchos años. El dinero no lo es todo y en Boardwalk los turistas lo demuestran. Más allá de las dunas y la arena, los surfistas disfrutan del mar junto a familias, esculturas de arena, deportes de playa y sombrillas.

La primera línea de Atlantic City está invadida de bicicletas, esquivamos alguna de ellas para llegar al centro comercial “The Pier Shops”, el más famoso de la ciudad, cuenta con 4 plantas dedicadas al ilustrativo placer de comprar. Aquí hay de todo: tiendas de lujo (Gucci, Hugo Boss, Louis Vuitton, Armani y Burberry), 9 restaurantes y una capilla para bodas. Por cierto dentro del centro comercial me encuentro un lugar maravilloso, junto a una gran ventana con vistas al mar, disfruto de una terraza con arena y hamacas mientras espero para asistir al “Water Show” que se celebra cada hora en la fuente que se encuentra al final del recinto.

¿Cómo llegar a Atlantic City?

Desde España lo más sencillo es volar desde Madrid a Nueva York. La opción más rápida y, si sois más de 2personas, también la más económica es alquilar un coche para desplazarnos hasta Atlantic City (2 horas de viaje).
Los parkings de los hoteles de Atlantic City tienen un precio de 4.5 € independientemente del tiempo de estancia.