Portugal a mordiscos, un viaje por sus mejores mesas

Redacción (Madrid)
Portugal, además de sus paisajes deslumbrantes y su rica historia, ofrece una de las gastronomías más variadas y auténticas de Europa. Desde las tabernas tradicionales hasta los restaurantes de alta cocina, el país ibérico se ha ganado un lugar de honor en el mapa culinario mundial. Comer en Portugal no es solo una necesidad: es una experiencia que conecta con la identidad y el alma de su gente.

En Lisboa, el barrio de Alfama acoge pequeños restaurantes donde el bacalhau à brás y las sardinas asadas son protagonistas. Sitios como “Cervejaria Ramiro”, famoso por sus mariscos frescos, o “Time Out Market”, un mercado gastronómico donde los mejores chefs presentan sus creaciones, son paradas imprescindibles. La capital portuguesa combina tradición y modernidad en cada plato, con una oferta capaz de satisfacer todos los gustos.

Oporto, al norte, invita a un recorrido culinario igualmente fascinante. El “Café Santiago” es célebre por su francesinha, un sándwich contundente cubierto de queso y salsa picante. Para una experiencia más sofisticada, “DOP” del chef Rui Paula ofrece reinterpretaciones modernas de la cocina del Douro. Además, ningún visitante debería irse sin probar el vino de Oporto, preferiblemente en una de las históricas bodegas de Vila Nova de Gaia.

En el sur, el Algarve no solo deslumbra con sus playas, sino también con su cocina basada en el mar. Restaurantes como “Vila Joya”, con estrellas Michelin, presentan la fusión de productos locales con técnicas contemporáneas. Pero también es posible encontrar auténticos tesoros en las pequeñas aldeas pesqueras, donde platos como el arroz de marisco o la cataplana de almejas conservan los sabores más puros de la tradición.

Más al interior, en la región del Alentejo, la cocina se vuelve robusta y cargada de identidad. Restaurantes como “Fialho”, en Évora, son ejemplos perfectos del arte de preparar migas, cordero asado y embutidos de altísima calidad. El pan, el aceite de oliva y el vino del Alentejo forman una trilogía inseparable que acompaña casi todas las comidas y habla de la profunda conexión de esta tierra con su gastronomía.

Explorar Portugal a través de sus sabores es, sin duda, una de las formas más intensas de conocer el país. Desde una humilde tasca hasta un restaurante de renombre internacional, cada mesa ofrece una historia, una tradición y una forma distinta de entender la vida. Comer en Portugal no es simplemente una actividad turística: es una invitación a celebrar la sencillez, la generosidad y la pasión de su gente.

Gran Muthu Habana, modernidad y confort en el corazón de La Habana

Tamara Cotero (La Habana)

En el vibrante panorama hotelero de La Habana, el Gran Muthu Habana se erige como una propuesta contemporánea que combina diseño moderno, servicios de alta gama y una ubicación privilegiada frente al mar. Inaugurado en 2023, este hotel de cinco estrellas ha captado la atención de viajeros que buscan una experiencia de lujo con toques caribeños en la capital cubana.

Situado en el distrito de Miramar, a unos 10 kilómetros del casco histórico de La Habana, el Gran Muthu Habana ofrece una ubicación ideal para quienes desean explorar la ciudad sin renunciar a la tranquilidad. Desde sus habitaciones con vista al mar los huéspedes pueden disfrutar de impresionantes panorámicas del litoral habanero y de la ciudad. La proximidad a la playa y al malecón permite paseos relajantes y acceso a zonas de ocio.

El hotel cuenta con 494 habitaciones equipadas con comodidades como aire acondicionado, minibar, televisión por cable y conexión Wi-Fi gratuita. Las instalaciones incluyen una piscina al aire libre, centro de fitness, spa, sauna y jacuzzi, brindando opciones para el descanso y el bienestar. Además, dispone de varios restaurantes y bares que ofrecen una variedad gastronómica para satisfacer diferentes paladares. El hotel dispone de un restaurante de comida especializada india, único en todo Cuba y ampliará los próximos días con un restaurante chino, completando asi su oferta gastronómica.

Hotel Gran Muthu Habana, Lugares y Más

Las opiniones de los visitantes destacan la limpieza de las habitaciones, la amabilidad del personal y la calidad del desayuno buffet. Muchos aprecian las vistas al mar y la modernidad de las instalaciones.

El Gran Muthu Habana ha demostrado un compromiso con la calidad y la satisfacción del cliente. Su enfoque en ofrecer servicios de alto nivel y su constante adaptación a las necesidades de los huéspedes lo posicionan como una opción atractiva para quienes buscan una estancia lujosa y confortable en la capital cubana.

El Gran Muthu Habana representa una fusión entre la modernidad y el encanto caribeño, ofreciendo a los viajeros una experiencia única en La Habana. Con sus instalaciones de vanguardia, ubicación estratégica y vistas inigualables, este hotel se perfila como una elección acertada para quienes desean explorar la ciudad desde un entorno de lujo y confort.

Hotel Gran Muthu Habana, Lugares y Más

Cayo Levantado, la joya escondida de Samaná

Redacción (Madrid)

A solo unos minutos en lancha desde la bahía de Samaná, en el noreste de la República Dominicana, se encuentra un pequeño paraíso conocido como Cayo Levantado, también llamado “la Isla Bacardí” por su aparición en antiguos anuncios de ron. Esta islita tropical lo tiene todo: playas de arena blanca, aguas turquesas, selva exuberante y una tranquilidad que solo los verdaderos paraísos ofrecen.

Un rincón de belleza natural

Cayo Levantado es una isla de aproximadamente 1 km², parte del Parque Nacional Los Haitises. Sus aguas cristalinas y su rica biodiversidad marina lo convierten en un lugar perfecto para el snorkel, kayak o simplemente nadar. El entorno natural se mantiene bien conservado, y los visitantes pueden disfrutar tanto de zonas abiertas al público como de áreas privadas operadas por resorts de lujo.

¿Qué hacer en Cayo Levantado?

Relajarse en la playa: Las dos principales playas del cayo están equipadas con tumbonas, sombra y servicios básicos. Una de ellas es de acceso libre, ideal para pasar el día, mientras que la otra es exclusiva para huéspedes del hotel.

Snorkeling y buceo: La vida marina cerca de la isla es abundante, perfecta para explorar con máscara y tubo.

Degustar mariscos frescos: En la playa pública hay pequeños restaurantes donde se puede probar pescado, langosta y otros platos típicos dominicanos.

Explorar en kayak o paddleboard: Muchos tours incluyen equipo para disfrutar del mar desde otra perspectiva.

Cómo llegar

Desde el puerto de Samaná o desde Las Galeras, se puede tomar una lancha o tour organizado que incluye transporte, almuerzo y actividades. El trayecto dura entre 15 y 30 minutos dependiendo del punto de partida.

¿Cuándo ir?

La mejor época para visitar es entre diciembre y abril, cuando el clima es más seco y hay posibilidad de avistar ballenas jorobadas cerca de la costa. Sin embargo, el cayo puede visitarse todo el año.

Nos escapamos a una de las joyas del Caribe, descubrimos Playa Arena Gorda

Redacción (Madrid)
En la costa oriental de República Dominicana, donde el sol parece eterno y el mar canta con voz de esmeralda, se encuentra Playa Arena Gorda, un rincón que, aunque menos mencionado que otros destinos, guarda un encanto difícil de ignorar. Esta playa, ubicada al norte de Punta Cana, deslumbra por su amplitud, sus arenas blancas y su oleaje sereno que invita al descanso y la contemplación.

Arena Gorda debe su nombre a la textura firme y densa de su arena, ideal para largas caminatas junto al mar sin hundirse con cada paso. A diferencia de otras playas más conocidas de la región, aquí se respira un aire de calma y autenticidad. Aunque cuenta con presencia hotelera, el ambiente conserva un equilibrio entre lo natural y lo acogedor, sin excesos que opaquen el paisaje.

El agua turquesa de la playa es perfecta tanto para nadar como para practicar deportes acuáticos como el esnórquel o el kayak. La visibilidad bajo el agua sorprende, permitiendo apreciar bancos de peces y la vegetación marina que bordea la costa. Para quienes prefieren simplemente relajarse, las palmeras brindan sombra y el viento cálido acuna el cuerpo y la mente.

Uno de los mayores atractivos de Playa Arena Gorda es su capacidad para hacer sentir al visitante como si estuviera descubriendo un secreto bien guardado. No tiene la masificación de otras zonas cercanas, lo que le permite conservar una atmósfera más íntima. Esto la convierte en una opción ideal tanto para parejas que buscan tranquilidad como para familias que desean un entorno seguro y espacioso.

En los alrededores, pequeños comercios y restaurantes ofrecen una probada de la cocina dominicana con sabores caseros, lejos del circuito turístico habitual. Comer un pescado frito recién salido del mar o un mangú preparado al momento mientras se contempla el atardecer es una experiencia que conecta al viajero con lo esencial.

Escaparse a Playa Arena Gorda es reencontrarse con la esencia del Caribe: un lugar donde la naturaleza todavía dicta el ritmo y donde cada detalle parece diseñado para el disfrute sin artificios. Es una joya discreta, pero luminosa, que espera a quienes se atreven a mirar más allá de lo obvio.

Costa da Morte, entre la leyenda y la bravura del Atlántico

Redacción (Madrid)

Galicia guarda en su costa noroeste un territorio que combina la belleza salvaje del paisaje con una carga histórica y simbólica que ha atravesado los siglos. La Costa da Morte —literalmente, “Costa de la Muerte”— es más que un rincón escarpado del mapa español; es un escenario donde la naturaleza impone sus propias leyes, y donde cada ola parece contar una historia de naufragios, peregrinaciones y tradiciones inmemoriales.

Un nombre con ecos de tragedia

El nombre Costa da Morte no es fruto del marketing turístico, sino del legado de siglos de accidentes marítimos. La bravura del océano Atlántico, unida a la geografía abrupta de acantilados y bajos rocosos, ha sido testigo de incontables naufragios desde tiempos antiguos. Barcos mercantes, pesqueros e incluso embarcaciones militares han sucumbido ante las tormentas y las corrientes traicioneras. Uno de los más recordados es el del petrolero Prestige en 2002, que tiñó de negro esta costa y la conciencia ecológica de toda Europa.

Naturaleza indómita y sobrecogedora

Desde Malpica hasta Finisterre, la Costa da Morte ofrece un espectáculo natural que combina playas solitarias, faros centenarios y acantilados que parecen no tener fin. El Cabo Vilán, por ejemplo, se alza desafiante frente al océano con uno de los faros más emblemáticos de España. Camariñas, Laxe, Muxía y Carnota son solo algunas de las paradas obligatorias para quien desee sumergirse en un paisaje de luces cambiantes, viento perpetuo y mar en constante batalla.

Misticismo y peregrinación

Finisterre, considerado por los romanos el «fin del mundo conocido», es también una de las prolongaciones del Camino de Santiago. Muchos peregrinos continúan hasta aquí su andadura tras llegar a Compostela, en busca del ritual de quemar sus botas o ver morir el sol en el horizonte atlántico, como símbolo de renacimiento.

En Muxía, el santuario da Virxe da Barca combina la devoción mariana con la mitología celta. Las piedras sagradas que rodean el templo evocan milagros, leyendas de gigantes y embarcaciones de piedra que desafiaron la lógica.

Una cultura marcada por el mar

La Costa da Morte es también un espacio de identidad. El mar no solo es peligro; es sustento, idioma, música y forma de vida. El gallego se habla aquí con la cadencia del viento, y la gastronomía es un homenaje a la frescura marina: percebeiros que arriesgan la vida por el marisco más codiciado, pulpos cocinados con mimo, y empanadas que resumen siglos de tradición campesina y marinera.

Cuba se prepara para FITCuba 2025, una oportunidad para revitalizar su turismo

Redacción (Madrid)

Mañana, 30 de abril, La Habana se convertirá en el epicentro del turismo caribeño con la inauguración de FITCuba 2025, la 43ª edición de la Feria Internacional de Turismo de Cuba. El evento se llevará a cabo hasta el 3 de mayo en el emblemático Parque Histórico Militar Morro-Cabaña, con la República Popular China como país invitado de honor y un enfoque especial en las tradiciones cubanas como producto turístico

FITCuba 2025 llega en un momento crucial para la industria turística cubana. Durante el primer trimestre del año, el país experimentó una disminución del 29.7% en la llegada de visitantes internacionales en comparación con el mismo período de 2024, afectado por la reducción de turistas provenientes de mercados clave como Rusia, Canadá y la comunidad cubana en el exterior.

Esta situación resalta la importancia de FITCuba como plataforma para reactivar el sector y atraer nuevos inversores y visitantes.

El programa de FITCuba 2025 incluye una variedad de actividades diseñadas para promover la cultura y el turismo cubano. Entre ellas se destacan la Competencia Gastronómica en el Patio de los Jagüeyes, la Gala Cultural Cuba-China en el Teatro Karl Marx y la clausura oficial en el Cabaret Tropicana, donde se presentará un espectáculo renovado y se anunciará FITCuba 2026.

Una de las novedades de esta edición es el énfasis en la transformación digital del turismo. Se abordarán temas como la implementación de tecnologías en los Destinos Turísticos Inteligentes (DTI), nuevos paradigmas para la formación en turismo y soluciones digitales para mejorar la experiencia del visitante.

A pesar de los desafíos actuales, FITCuba 2025 representa una oportunidad para que Cuba muestre su compromiso con la revitalización del turismo. Con un enfoque en la cultura, la innovación y la colaboración internacional, el evento busca posicionar a la isla como un destino atractivo y competitivo en el Caribe.

Con la participación de profesionales del sector turístico de más de cien naciones, FITCuba 2025 se perfila como un evento determinante para el futuro del turismo en Cuba.

Los tesoros ocultos más allá de Punta Cana, turismo alternativo en República Dominicana

Redacción (Madrid)
Cuando se habla de turismo en República Dominicana, la imagen que rápidamente viene a la mente son las playas de arena blanca y resorts todo incluido de Punta Cana. Sin embargo, más allá de este destino famoso, el país caribeño guarda una riqueza de lugares inexplorados que invitan a los viajeros a descubrir otra cara de la isla, donde la autenticidad y el contacto directo con la naturaleza, la cultura y las tradiciones locales son protagonistas.

En el norte, la región de Samaná ofrece uno de los espectáculos naturales más impresionantes, el avistamiento de ballenas jorobadas. Cada año, entre enero y marzo, cientos de ballenas migran a la bahía para reproducirse, brindando a los visitantes una experiencia única. Además, sus playas, como Playa Rincón o Las Galeras, aún conservan un aire virgen que contrasta con las costas más comerciales del país.

Hacia el interior, Constanza y Jarabacoa abren la puerta al turismo de montaña. Conocidas como “la Suiza del Caribe”, estas regiones de clima fresco son el escenario perfecto para el senderismo, el rafting y el ecoturismo. El Pico Duarte, la montaña más alta del Caribe, desafía a aventureros de todo el mundo que buscan coronarlo a pie, en una travesía que mezcla naturaleza extrema y hospitalidad rural.

El sur del país, tradicionalmente menos turístico, guarda joyas como Bahía de las Águilas, una de las playas más prístinas del Caribe, situada dentro del Parque Nacional Jaragua. Su acceso difícil garantiza un paisaje prácticamente intacto, donde el mar turquesa y la soledad son la recompensa. La región también ofrece enclaves históricos, como la ciudad de Barahona y sus mercados artesanales.

Cada uno de estos destinos alternativos no solo ofrece paisajes distintos, sino que también permite al visitante adentrarse en el corazón de la vida dominicana. En los pequeños pueblos, los mercados locales, las celebraciones religiosas y la gastronomía casera revelan una cultura vibrante que a menudo queda eclipsada por la imagen de los grandes resorts.

Impulsar el turismo alternativo en República Dominicana es, además, una apuesta por un desarrollo más sostenible e inclusivo. Al diversificar la oferta y distribuir mejor el flujo de visitantes, se abren nuevas oportunidades económicas para las comunidades locales y se promueve la conservación del patrimonio natural y cultural. Más allá de Punta Cana, el país tiene mucho que ofrecer a quienes se atreven a mirar un poco más lejos.

La ruta del café en Cuba, un viaje al corazón de la historia y el sabor

Redacción (Madrid)

Más allá del tabaco y el ron, Cuba guarda una tradición cafetalera profunda, forjada hace siglos por emigrantes franceses que huían de la Revolución de Haití a principios del siglo XIX. Estos colonos encontraron en las elevaciones de la Sierra Maestra y la Sierra Cristal un clima ideal para cultivar un grano que, hasta hoy, sigue siendo símbolo de hospitalidad y cultura en la isla.

Un viaje por el legado cafetalero

La Ruta del Café recorre antiguas plantaciones cafetaleras, muchas de ellas ahora en ruinas majestuosas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2000 bajo el título de “Paisaje arqueológico de las primeras plantaciones de café en el sudeste de Cuba”. En estas fincas, como La Isabelica, Fraternidad o Santa Paulina, aún se pueden ver los vestigios de las casas de vivienda, los secaderos de café, los molinos de piedra y las estructuras hidráulicas que sostenían toda una economía.

En particular, La Isabelica, ubicada cerca de Santiago de Cuba, ha sido restaurada como museo, ofreciendo una ventana viva a la vida cotidiana de los caficultores franco-haitianos. Su arquitectura sobria, adaptada al clima tropical, y su colección de objetos originales transportan al visitante a una época donde el café era sinónimo de riqueza y supervivencia.

El café cubano, identidad en cada sorbo

Aunque otros países latinoamericanos han llevado el protagonismo en la producción mundial, el café cubano mantiene una calidad notable, especialmente el cultivado de forma orgánica en las montañas orientales. De cuerpo medio, notas terrosas y un retrogusto dulce, el café cubano expresa en su sabor la rusticidad y nobleza de su tierra.

La cultura del café en Cuba va más allá del producto: es un ritual social. El cafecito es ofrecido como un gesto de bienvenida, un instante de pausa y conversación, siempre servido en tazas pequeñas, intensas, y acompañado de una sonrisa.

La experiencia turística, entre naturaleza e historia

Hoy, la Ruta del Café no solo atrae a historiadores o amantes del café, sino también a viajeros ávidos de experiencias auténticas. Caminatas entre plantaciones de altura, visitas a museos locales, degustaciones artesanales y convivencias con campesinos forman parte del recorrido.

Además, la ruta se entrelaza con espacios naturales imponentes como el Parque Nacional Gran Piedra, donde se puede contemplar una vista panorámica espectacular desde un gigantesco bloque de roca volcánica, o el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, joya de biodiversidad cubana.

Un futuro entre sostenibilidad y memoria

Actualmente, esfuerzos locales e internacionales buscan revitalizar las plantaciones de café en Cuba, no solo como motor económico, sino como forma de preservar una herencia cultural que habla de resistencia, adaptación y mestizaje.

Recorrer la Ruta del Café es, entonces, más que una simple actividad turística: es sumergirse en una historia de migraciones, sueños truncados y sabores que, pese a los siglos, aún resisten el paso del tiempo en cada sorbo.

Bushcraft, el arte de vivir en la naturaleza y los mejores destinos para practicarlo

Redacción (Madrid)

En un mundo cada vez más digitalizado y urbano, el bushcraft emerge como una práctica que invita a reconectar con la naturaleza y a desarrollar habilidades ancestrales de supervivencia. Más que una simple actividad al aire libre, el bushcraft es un estilo de vida que promueve la autosuficiencia, el respeto por el entorno natural y el conocimiento profundo del medio ambiente.

El término «bushcraft» se refiere al conjunto de habilidades y conocimientos necesarios para vivir y desenvolverse en la naturaleza utilizando los recursos que esta ofrece. Estas habilidades incluyen la construcción de refugios, la obtención y purificación de agua, la elaboración de fuego, la identificación de plantas comestibles y medicinales, la caza, la pesca, la orientación sin instrumentos modernos y la fabricación de herramientas con materiales naturales. El bushcraft no solo busca la supervivencia, sino también una convivencia armoniosa y sostenible con el entorno natural.

España, con su diversidad de paisajes y ecosistemas, ofrece numerosos lugares ideales para la práctica del bushcraft. Algunos de los más destacados son:

Las Hurdes y los valles del norte de Cáceres: Esta región, caracterizada por su autenticidad y riqueza natural, es perfecta para quienes buscan una experiencia de inmersión en la naturaleza. Los paisajes únicos, las rutas de senderismo como la senda de Alfonso XIII y la biodiversidad del lugar ofrecen un entorno propicio para el aprendizaje y la práctica del bushcraft. Además, la zona cuenta con una rica tradición cultural y gastronómica que enriquece la experiencia del visitante.

Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido: Ubicado en el Pirineo Aragonés, este parque es uno de los destinos más impresionantes de España. Sus montañas, valles y pueblos pintorescos como Torla-Ordesa, Broto y Aínsa ofrecen un entorno ideal para la práctica del bushcraft. La diversidad de rutas de senderismo y la riqueza natural del parque permiten a los entusiastas del bushcraft desarrollar sus habilidades en un entorno privilegiado.

El bushcraft es más que una serie de técnicas de supervivencia; es una filosofía de vida que promueve la autosuficiencia, el respeto por la naturaleza y el aprendizaje continuo. España, con su variedad de paisajes y ecosistemas, ofrece numerosos destinos donde los entusiastas del bushcraft pueden practicar y perfeccionar sus habilidades. Ya sea en las montañas del Pirineo, en los valles de Cáceres o en otros rincones del país, el bushcraft invita a redescubrir la conexión profunda entre el ser humano y la naturaleza.

Los mejores lugares para comer en Sevilla, una guía de sabores inolvidables

Redacción (Madrid)
Sevilla, una ciudad conocida por su rica historia, arquitectura impresionante y vibrante cultura, también se destaca por su increíble gastronomía. En las últimas décadas, la capital andaluza ha experimentado un auge culinario que ha puesto a la ciudad en el radar de los amantes de la buena mesa. Desde bares de tapas tradicionales hasta restaurantes de alta cocina, Sevilla ofrece una variedad de opciones para todos los gustos. En este artículo, te llevamos a los seis mejores lugares para comer en la ciudad, donde la calidad, la creatividad y el sabor son protagonistas.

Comenzando con un clásico de la gastronomía sevillana, El Rinconcillo se presenta como uno de los bares de tapas más antiguos de la ciudad. Fundado en 1670, este local no solo es un referente histórico, sino también un lugar donde los sabores tradicionales de Andalucía se mantienen intactos. Su jamón ibérico, las croquetas caseras y el espinazo con garbanzos son solo algunas de las delicias que te esperan en este restaurante. El ambiente, con su decoración de azulejos y barriles de vino, te transporta a otro tiempo mientras disfrutas de una tapa bien acompañada de un vino de la región.

Si lo que buscas es una experiencia más moderna y vanguardista, Abantal es el lugar perfecto. Con una estrella Michelin, Abantal es el reflejo de la creatividad y la innovación en la cocina sevillana. El chef Julio Fernández, al frente del restaurante, ha logrado combinar ingredientes autóctonos con técnicas culinarias contemporáneas para ofrecer una carta única. Entre sus platos más destacados se encuentran la lubina con infusión de manzanilla y el arroz con liebre, dos ejemplos perfectos de cómo se puede reinterpretar la cocina tradicional de forma elegante y sorprendente.

Para quienes desean una comida que combine la tradición con un toque contemporáneo, La Azotea es un restaurante que nunca decepciona. Con varios locales en la ciudad, La Azotea se ha ganado una sólida reputación por su oferta gastronómica fresca y de calidad. Su carta se actualiza constantemente, siempre respetando los productos locales y de temporada. Uno de los platos más emblemáticos de La Azotea es su atún rojo con tomate, que resalta por su sencillez y sabor. Además, su ambiente acogedor y moderno hace de este restaurante un lugar ideal para una comida tranquila en el centro de Sevilla.

Si te apetece algo más informal pero igualmente delicioso, Bodeguita Romero es una parada obligatoria. Especializado en pescaíto frito, este pequeño local de barrio ha conquistado a sevillanos y turistas por igual. Sus camarones, calamares y, por supuesto, sus croquetas de pescaíto son los platos estrella. La bodega, con su ambiente tradicional, ofrece un menú perfecto para disfrutar de la auténtica cocina andaluza de forma relajada. Ideal para una comida rápida entre amigos o una cena informal después de un día de turismo.

Para aquellos que buscan una experiencia gastronómica más elegante, Eslava es uno de los restaurantes más aclamados de la ciudad. Con una estrella Michelin, este establecimiento se destaca por su excelente relación calidad-precio. El chef Curro Cánovas es conocido por su enfoque hacia la cocina de autor, donde la creatividad se fusiona con el respeto por los productos locales. Uno de los platos más representativos de Eslava es su famoso huevo a baja temperatura con boletus, un plato que refleja la perfección técnica del restaurante. Con un ambiente moderno y sofisticado, Eslava es el sitio ideal para una ocasión especial.