La Toscana. Entre la Florencia de los Medici y postales de viñedos y atardeceres

Se encuentra en el centro de Italia y se extiende desde los Apeninos hasta el mar Tirreno. Los paisajes, el patrimonio artístico y las ciudades importantes, comenzando por Florencia, hacen de Toscana una protagonista indiscutible en el panorama turístico mundial.
En esta región, la naturaleza presenta manifestaciones diferentes, comenzando por la costa, que alterna largas playas de arena, como la de Versilia, con acantilados y promontorios rocosos.
Son incomparables las islas del Archipiélago Toscano, rodeadas de vegetación mediterránea, un mar cristalino y ricos fondos marinos.

Otros panoramas naturales se pueden admirar en los Alpes Apuanos y en muchas áreas protegidas, incluida la laguna de Orbetello, hogar de numerosas especies de aves migratorias, como la garza rosa.
Pero los paisajes más característicos de la región son los que mezclan armoniosamente la belleza de la naturaleza con la milenaria presencia del ser humano.

Los paisajes de La Toscana son auténticas postales, Lugares y Más


El esplendido Golfo de Baratti y los lugares arqueológicos de Vetulonia, Vulci y Pitigliano preservan necrópolis y restos de la civilización etrusca, mientras que Roselle y Cosa nos ofrecen recuerdos de la época romana.
También encontramos por todo el territorio pueblos medievales, ciudades ricas en historia, castillos y fortificaciones, iglesias rurales (llamadas «pieve») e impresionantes abadías, como la de San Antimo. Sus perfiles destacan en los paisajes de las Crete Senesi, Val d’Orcia, Garfagnana, Chianti y Maremma.
Numerosas son también las localidades termales: Montecatini, Saturnia, Montepulciano, Monsummano y Bagno Vignoni que, gracias a las aguas termales y a los centros equipados que realizan todo tipo de tratamientos, ofrecen vacaciones de relax.
Las provincias son: Florencia (capital), Arezzo, Grosseto, Livorno, Lucca, Massa Carrara, Pisa, Pistoia, Prato y Siena.

Cuna de los Medici

Muchas son las «excelencias» de la región, reconocidas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, empezando por Florencia.
Famosa en todo el mundo, el antiguo señorío de los Medici es la cuna de la cultura y del arte por excelencia. Es un auténtico museo al aire libre que conserva numerosos monumentos, como la Catedral con el campanario de Giotto, Santa Maria Novella, Palacio Vecchio o la Galería de los Uffizi, con obras maestras únicas en el mundo.
Pero el encanto de Florencia también es debido en gran parte a Lungarno, al característico Ponte Vecchio y a las tiendas de artesanía que animan las calles del centro.
Otro destino extraordinario es Siena con su centro medieval, también inscrito en la UNESCO, que culmina con la característica Plaza del Campo, donde tiene lugar el Palio.

Pisa reúne en la Plaza dei Miracoli sus principales monumentos, incluida la famosa Torre inclinada, creando un espacio de gran valor artístico, protegido por la UNESCO.
Pienza es la «ciudad ideal» creada por el Papa Pío II según los canones del Renacimiento. La escénica disposición de los espacios y la riqueza de los edificios hacen que sea un tesoro de arte incluido también en la lista de la UNESCO.
Entre las ciudades más pequeñas en la región se encuentra San Gimignano, un pueblo medieval caracterizado por las torres y casas-torres, reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Muchos más son los aspectos característicos de la región, pero una mención especial se merece Val d’Orcia, sitio protegido por la UNESCO por la belleza de sus paisajes que han inspirado a muchos artistas del Renacimiento.

Para todos los turistas

Toscana es una tierra para vivir intensamente, debido a su amplia oferta turística capaz de satisfacer todas las necesidades: vacaciones «activas», estancias tranquilas e intinerarios especiales que combinan naturaleza, arte e historia.
La costa, que alterna playas de arena y zonas rocosas, así como las islas del Archipiélago Toscano ofrecen la oportunidad de vivir intensamente el mar conjugando relax, actividad física y deportes acuáticos: desde vela hasta el windsurf, desde la canoa hasta el buceo en fondos marinos conocidos por su belleza.

La mejor manera de visitar la costa y sus bosques de pino verde es la bicicleta.
El entretenimiento por las noches está garantizado en los bares de moda y discotecas de Viareggio, Forte dei Marmi, Porto Ercole y Porto Santo Stefano.
Famosa por sus paisajes, Toscana es el lugar ideal para pasar unas vacaciones en la naturaleza: desde Garfagnana hasta Maremma, desde Casentino hasta Chianti, en cualquier parte se pueden hacer excursiones a pie, bicicleta de montaña y paseos a caballo, tal vez hospedándose en una casa rural.
Las numerosas áreas protegidas encierran entornos excepcionales, como las cumbres de los Alpes Apuanos, la laguna di Orbetello y el Parque de la Maremma, dominados por el bosque mediterráneo.
Increíbles rutas permiten descubrir los recursos mineros de la región, como el Parque Arqueo-Minero de San Silvestro, que contiene la historia milenaria de la extracción llevada a cabo en las colinas Metalíferas a través de recorridos geológicos de las minas, mientras que en los Alpes Apuanos se pueden visitar las preciosas canteras de mármol blanco.

Entre los bellos paisajes y los restos históricos medievales, la Vía Francígena es un viaje espiritual de singular encanto y actualidad, que aún hoy atrae a turistas y devotos.
Para una estancia en nombre del bienestar se puede acudir a una de las numerosas localidades termales, cada una de ellas con características únicas, como Saturnia, Montecatini o Monsummano Terme, famosa por sus curas desintoxicantes y del cuidado de la piel.
Hay muchos itinerarios gastronómicos, como los de las rutas del vino con paradas en las bodegas para la degustación de excelentes producciones acompañadas de deliciosos productos locales.
Toscana ofrece un calendario lleno de eventos culturales, religiosos y folklóricos: el Palio de Siena y el Carnaval de Viareggio, famosos en el extranjero, la Justa del Sarraceno de Arezzo, el «scoppio del carro» en Florencia el domingo de Pascua, además de una infinidad de festivales locales.

Y para comer…

Los orígenes de la cocina regional son muy populares y rurales, como se evidencia en los ingredientes básicos: pan (incluso el pan duro), farro, legumbres y hortalizas.
Los entrantes típicos son las tostadas con una mezcla de hígados de pollo y bazo, la panzanella y los embutidos, entre los cuales destaca la finocchiona: salchichas aromatizadas con hinojo.
El entrante típico se compone de sopas, entre las cuales está la famosa ribollita o sopa de habas, la sopa de farro, los pici (una especie de espaguetis populares en Siena) y las pappardelle con salsa de liebre.

Entre los platos de pescado es muy popular el Cacciuco, junto con las triglie y el stoccafisso: pescado seco a la livornese.
Entre los platos de carne el más representativo es el bistec a la florentina; es también muy conocida la carne de gallineta, la carne de cerdo y la caza.

Dulces tradicionales son el castagnaccio (pastel de castañas), el buccellato y los cantucci.
La producción de vino es excelente por la variedad y la calidad: aquí se producen los mejores vinos de Italia, desde el Chianti al Vino Nobile Montepulciano, el Brunello de Montalcino, el Vernaccia de San Gimignano y muchos más, hasta llegar al Vin Santo, un vino dulce que se toma con los cantucci.

Las 3 visitas que no te puedes perder si viajas a República Dominicana

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República Dominicana es el segundo país más grande y más diverso del Caribe. Con vuelos directos desde las principales ciudades de Latinoamérica, Estados Unidos, Canadá y Europa es un país que se destaca por la calidez de su clima y la hospitalidad de su gente. Destino sin igual que cuenta con una naturaleza extraordinaria, fascinante historia y gran riqueza cultural.

Samaná es una de las joyas naturales de República Dominicana, Lugares y Más

La Capital. Santo Domingo

Santo Domingo, la capital de República Dominicana, es también la ciudad más moderna y dinámica del Caribe. La Capital, como cariñosamente se le llama, transmite el pulso de la cultura dominicana, donde lo antiguo y lo nuevo convergen a la perfección, desde la arquitectura y la historia de siglos de antigüedad, hasta los grandes centros comerciales, galerías de arte, una activa e interesante vida nocturna y una irresistible escena gastronómica.
Explorar la Ciudad Colonial, el primer asentamiento europeo de las Américas y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1990, es una experiencia recomendada para todos los viajeros. Este barrio histórico consiste en un laberinto de calles estrechas llenas de maravillas arquitectónicas que van desde el siglo XVI hasta principios del XX. Sus calles te llevarán hasta edificios coloniales convertidos en museos, tiendas, hoteles, restaurantes y cafés en las aceras. Para un descanso rodeado de naturaleza, disfruta de un picnic en el césped del Jardín Botánico Nacional, el más grande del Caribe, o camina por el Malecón al atardecer para disfrutar de vistas al mar Caribe, puestos de comida y mirar a la gente pasar.

La conocida Punta Cana

Con una de las costas de arena blanca más largas del Caribe, un total de 48 kilómetros, acentuada con palmeras de coco que parecen llegar hasta el cielo, Punta Cana es el sinónimo de descanso y relajación frente al mar. Aquí, donde el Océano Atlántico se encuentra con el Mar Caribe, desde el extremo norte en Uvero Alto al sur en Cap Cana, los resorts todo incluido y hoteles boutique ofrecen todos los mimos y el confort de la vida moderna frente al mar. Las familias podrán disfrutar de centros de entretenimiento en miniatura, así como parques de agua para niños, mientras que las parejas hallarán enclaves de ensueño para celebrar bodas, con ofertas recluidas en la playa para una estancia aún más romántica.
también es el paraíso para los golfistas, con 10 campos de golf ubicados a lo largo de la costa, un escape de playa con lujosas marinas y cenas gourmet, y una zona de bienestar con los mejores spas del país.

Samaná y las ballenas

Adentrándose al mar desde la costa noreste de República Dominicana, la Península de Samaná, paraíso natural, es tan codiciada hoy como lo era en el siglo XVI. Los piratas utilizaban sus frondosos bosques de palmeras, playas aisladas y cuevas ocultas como escondites, mientras que las tropas europeas y haitianas se disputaban las profundas aguas de su bahía.
Hoy en día, Samaná, con frecuencia abreviada para referirse a toda la península, está bien conectada por tierra y aire, sin embargo, sigue siendo el paradisíaco y remoto escape de playas salvajes, plantaciones de cocos y selvas tropicales de República Dominicana. Sus montañas ondulantes y valles forman los ríos cristalinos que desembocan en el Atlántico mientras se precipitan hacia brillantes playas de arena blanca que se extienden cientos de kilómetros alrededor de la costa rocosa de la península. Es como si las aproximadamente 1,500 ballenas jorobadas que visitan la Bahía de Samaná cada año, apreciasen este esplendor natural tanto como los visitantes.

Venezuela, el destino para lo imprescindible

Por José María Benito

Se recomienda restringir los viajes a Venezuela y los desplazamientos por el país a lo estrictamente imprescindible. Con el fin de evitar riesgos para la seguridad personal se recomienda en todo caso mantenerse puntualmente informado sobre el desarrollo de los acontecimientos, limitar los desplazamientos y evitar las aglomeraciones.

La situación actual en Venezuela es difícil, Lugares y Más

Ha aumentado la incidencia de las infecciones por los virus del Dengue, el Chikungunya y el Zika, sobre todo durante los meses de más calor y lluvias, en gran parte de los países americanos. En Venezuela incide todo el año, en todas las regiones. Normalmente, no son enfermedades mortales, aunque implican riesgos diversos, en especial para personas con su sistema inmunológico debilitado, embarazadas, niños o ancianos.
También se recomiendan las siguientes medidas de prevención y autoprotección:

•Utilizar camisas de manga larga y pantalones largos.
•Utilizar repelentes de insectos.
•Evitar lugares y horarios propensos a la proliferación de mosquitos en la medida de lo posible.
•Tapar todo recipiente en el que se almacene agua y botellas de refrescos

La inseguridad es muy elevada en todo el país, tanto en las zonas del interior como, sobre todo, en las grandes ciudades como Caracas, Valencia, Maracaibo o Maracay, e incluso en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía y zonas aledañas. Venezuela y la ciudad de Caracas figuran entre los lugares con mayor tasa de criminalidad del mundo. Los índices de homicidios y secuestros son motivo de preocupación. Es recomendable que quienes viajan por Venezuela informen a familiares y amigos del itinerario de su viaje y que extremen al máximo las precauciones.

Existe una nueva tarifa aeroportuaria en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía (Caracas). Los billetes aéreos emitidos a partir del 28 de agosto de 2018 la incorporan. Sin embargo en el caso de billetes emitidos antes de esa fecha el pasajero deberá abonarla en el aeropuerto. Para vuelos internacionales la tasa es de 30 USD. Se debe ir prevenido con efectivo. En principio cabe pagar en otra divisa de conformidad con la normativa cambiaria.

Documentación
Con carácter general, Pasaporte en vigor, con un mínimo de 6 meses de vigencia.

Las autoridades venezolanas están exigiendo a las personas que se desplazan a Venezuela por turismo por períodos inferiores a tres meses la siguiente documentación, pudiendo ser inadmitidos en frontera en caso de no presentarla:

  • Pasaporte en vigor, con un mínimo de 6 meses de vigencia.
  • Billete de retorno.
  • Prueba suficiente de medios económicos.
  • Acreditación de alojamiento a través de la reserva de hotel o carta de invitación notariada de la persona que realiza dicha invitación.
  • Prueba documental de excursiones reservadas, si las hubiera.

Aquellas personas que viajen a Venezuela por motivos diferentes del turismo por un período inferior a tres meses, deberán aportar documento que justifique el viaje. En este sentido, las autoridades venezolanas exigen un visado de trabajo a aquellas personas que se desplacen a Venezuela para realizar actuaciones o un intercambio cultural.

Las autoridades venezolanas pueden exigir la presentación de pasaporte venezolano. La Ley establece que “Los venezolanos y venezolanas que posean otra nacionalidad deberán hacer uso de la nacionalidad venezolana para su ingreso, permanencia y salida del territorio de la República (…)”.
Se requiere visado para estancias de más de tres meses. Es importante no sobrepasar este periodo pues el viajero puede afrontar dificultades a la salida. En caso de que circunstancias imprevistas exijan prolongar la estancia es imprescindible acudir al SAIME (servicios de inmigración) antes de que cumplan los 90 días para solicitar una prórroga.

Debemos vacunarnos

A fecha de 29 de enero de 2017, según lo determinado por la Secretaria de la Organización Mundial de la Salud, Venezuela es un Estado con riesgo de transmisión de fiebre amarilla en las Américas.
Actualmente en el territorio nacional, no se ha registrado la circulación del virus de la Fiebre Amarilla (ni en humanos ni en primates no humanos).
Venezuela a partir del 3 de febrero de 2017 comenzó a exigir la prueba de vacunación contra la fiebre amarilla mediante el Certificado Internacional de Vacunación y Profilaxis, como condición para la entrada al territorio nacional, a los viajeros procedentes de Brasil, incluidos los viajeros que han transitado por más de 12 horas en un aeropuerto en dicho país.

Seguridad limitada

El deterioro de la seguridad en Venezuela hace aconsejable que se extremen las medidas de prevención en caso de viajar a este país.
Se recomienda evitar las áreas donde se desarrollen manifestaciones de protesta, incluso si está previsto que sean pacíficas. En los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad ha habido heridos de diversa consideración, fallecidos y numerosas detenciones.

Venezuela es un país con un nivel de criminalidad elevado. El aeropuerto internacional de Maiquetía (Caracas), principal puerta de entrada a Venezuela, es una zona de alto riesgo debido a la proliferación de robos en sus inmediaciones. Por ello se aconseja tanto a la entrada como a la salida el uso de taxi debidamente identificado o previamente concertado. No se recomienda transitar la carretera desde el aeropuerto a Caracas en horas nocturnas. Hay hoteles cerca del aeropuerto donde se puede pernoctar en caso necesario.

En las principales ciudades y a cualquier hora del día existe un riesgo alto de ser víctima de atracos en la calle. Se recomienda evitar los desplazamientos a pie. No se debe pasear por la calle hablando por teléfono móvil y se desaconseja estar parado en ella durante mucho tiempo. Los asaltos también pueden producirse en caso de circular en un vehículo. En esta situación se recomienda mantener las ventanillas subidas y no hacer ostentación de ningún objeto de valor como teléfonos móviles, joyas o cámaras de fotos.

En toda Venezuela y especialmente en zonas poco transitadas o en horas de la noche existe el riesgo de ser víctima de secuestro. Éstos suelen producirse en las circunstancias en que se detiene el vehículo, tales como entrada o salida de garaje, al detenerse en la vía para esperar, al recoger a alguien o al encontrar algún obstáculo o accidente que entorpezca la circulación.
Como norma general debemos tratar de mantener un perfil bajo, evitar rutinas y no difundir ninguna información acerca de nuestro entorno y/o planes inmediatos.

En Venezuela no hay ninguna zona de riesgo medio o bajo. La Ley Orgánica sobre sustancias estupefacientes y psicotrópicas establece penas de prisión de 10 a 20 años por tenencia y tráfico de drogas. El consumidor de drogas que esté en posesión de cantidades apreciables (considerándose tales cantidades muy pequeñas) puede ser condenado a las mismas penas que un narcotraficante o productor de dichas sustancias.

Se aconseja contratar un seguro médico que ofrezca adecuada cobertura para la duración completa del viaje. Es aconsejable beber agua mineral embotellada y evitar consumir alimentos que se venden en puestos ambulantes.

La Habana… Un viaje de contrastes y emociones

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Por David F. Agüera

Viajar a La Habana es una de las experiencias únicas que, al menos, hay que vivir una vez en la vida. El caribe decidió detenerse en su isla preferida. Detuvo el tiempo y conquistó a visitantes que, desde el primer minuto, respiran un ambiente añejo, musical y nostálgico. La visita es un paseo por los sentimientos que se polarizan por cada rincón que descubres. No se engañen, vivir aquí no es lo más recomendable pero disfrutar de esta ciudad en viajes supera con mucho a cualquier otro destino imaginable.
Mi viaje, no es el primero a La Habana, arranca con un vuelo “poco común” con Cubana de Aviación. La aerolínea pública de la isla ofrece su particular servicio en aviones que podrían llevar 20 años retirados del mercado. Asientos estropeados, aseos descuidados y una “Business Class” más grande de lo común. Esas son sus principales características además de la impuntualidad. Desde que reserve con Cubana de Aviación el tiempo es lo de menos. Así con todo, por aquello de mimetizarse desde la salida, les recomiendo que lo hagan.
Los tonos verdes y rojos predominan en el Aeropuerto José Martí, policías por cada esquina y una sobriedad en la entrada por aduanas nos dan la bienvenida. Pasado el trámite llega uno de los momentos más caóticos que vas a sufrir: recoger la maleta. Las horas pasan y una cinta a velocidad reducida es su única compañía, no se impacientes porque su equipaje llegará pero nadie sabe ni cuando, ni por donde.

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La cultura invade rincones de la ciudad, Lugares y Más

En La Habana la vida transcurre entre música, tradición, cultura, monumentos y atractivos naturales de incalculable valor. Nadie puede dudar que es una de las ciudades más bellas del mundo, bella y estropeada. El alma llora con edificios abandonados que serían referencia en ciudades europeas. Esa imagen contrasta con espacios restaurados que son delicia para la vista, la Plaza Nueva de la Habana Vieja es uno de ellos. Allí hacemos una de nuestras paradas, nos venden café al peso mientras degustamos una taza con un aroma que quita el sentido.

Bailes y sones cubanos nos contagian mientras paseamos entre tiendas que muestras verdaderas obras de arte. Es sin duda una de mis debilidades, el arte cubano y esa manera tan característica de mezclar colores para transmitir sentimientos.
La Habana se encuentra en el occidente de Cuba y aunque es la más pequeña de todas las provincias, sus más de 2 millones de habitantes la convierten en la más poblada de toda la isla. En sus 15 municipios, particularmente en los de Playa, Plaza de la Revolución, Centro Habana, Habana del Este y La Habana Vieja (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1982), el viajero encontrará innumerables sitios de interés arquitectónico, cultural y turístico.

La Habana es una ciudad para perderse en ella. Eso le sucedió a Ernest Hemingway, el premio Nóbel de literatura, que marcó el mapa de la ciudad con hitos imprescindibles en la biografía de ambos, ciudad y escritor.
Ernest Hemingway ha pasado a la historia de La Habana por una frase:“Mi mojito en la Bodeguita… y mi daiquirí en el Floridita”. La frase se exhibe manuscrita y enmarcada detrás de la barra de La Bodeguita del Medio(C/Empedrado, 207, Habana Vieja), cantina popular y legendaria convertida ya en un escenario imprescindible en cualquier estancia en la ciudad.

Legado español
Hemingway es uno de los protagonistas históricos de La Habana pero el legado español marca la historia de esta ciudad y de toda la isla. La Plaza de San Francisco era el centro de la vida comercial de La Habana. La terminal portuaria de Sierra Maestra tiene dos muelles que dan a la plaza, además es el lugar en el que atracan actualmente los cruceros con parada en Cuba. Los pasajeros que desembarcan en las calles adoquinadas de La Habana Vieja, tienen en ésta plaza su punto de partida y primer alto, al tratarse de un lugar cargado de historia y belleza colonial. Dominando la plaza se encuentra la Lonja del Comercio, un antiguo mercado que hoy en día tiene oficinas para empresas extranjeras y mixtas en Cuba.
Sobre la Plaza de San Francisco se eleva la basílica barroca de San Francisco de Asís, con un campanario de 43 metros de altura desde donde se tiene una maravillosa vista de la Habana Vieja y su puerto. Tanto el claustro del monasterio como las casas adyacentes y un museo de arte sacro forman un entorno que permite transportarte por un instante a España.

El Castillo del Morro
En el año 1589 comenzó la construcción del Castillo de los Tres Reyes del Morro, que es la parte más antigua de la fortaleza. Ésta parte del complejo fortificado tiene un horario de visita de10:00 a 18:00 horas todos los días.
El diseño de la ampliación de la fortaleza se hizo copiando la fortaleza de la defensa de Cartagena (Colombia). Después de la derrota de los ingleses en el año 1764, se amplió nuevamente la fortaleza, construyendo una nueva entrada que se abre con la impresionante instalación del Museo de Armas y Fortificaciones. El Che Guevara tiene aquí su Memomorial, además podemos encontrar una cafetería y tiendas de recuerdos y souvenirs. Los cañones, aún hoy en día, apuntan hacia La Florida en Estados Unidos.

Nos vamos de paladares
Comer en La Habana es una oportunidad para probar los platos típicos de la gastronomía cubana, en un ambiente auténtico. En La Habana hay numerosos restaurantes, algunos de los cuales son históricos y emblemáticos. Y también hay otra clase de restaurantes que se volvieron muy populares en los últimos años, llamados “paladares”. Los paladares, son restaurantes privados. Estos restaurantes nacieron a principios de los años 90, cuando el gobierno cubano comenzó a entregar las primeras licencias (recordemos que los medios de producción y las empresas en Cuba, son propiedad del Estado). La calidad de muchos de ellos es asombrosa. Doña Eutimia y su “Ropa Vieja” y la amplitud de la carta de Atelier se convierten en parada obligatoria.