Redacción (Madrid)
Sudamérica es un continente vibrante no solo por su diversidad cultural y paisajística, sino también por su rica y variada gastronomía. Desde los Andes hasta la selva amazónica, pasando por costas y pampas, la comida aquí es una experiencia sensorial que mezcla ingredientes ancestrales con técnicas modernas. Si eres amante del buen comer, este continente es una parada obligatoria. A continuación, presentamos una selección de los mejores destinos culinarios para disfrutar de una experiencia gastronómica inolvidable en Sudamérica.

En la última década, Lima se ha consolidado como el epicentro culinario de Sudamérica. Con restaurantes como Central de Virgilio Martínez (considerado uno de los mejores del mundo), Maido y Astrid y Gastón, la ciudad ofrece una fusión perfecta entre tradición y vanguardia. La cocina peruana, con ingredientes como el ají amarillo, la papa nativa y el pescado fresco del Pacífico, ha sabido conquistar paladares globales. No hay que irse sin probar un ceviche clásico o un lomo saltado bien ejecutado.

La capital argentina, Buenos Aires, es famosa por su cultura del asado y sus cortes de carne de res, pero hay mucho más que explorar. Restaurantes como Don Julio o El Preferido de Palermo elevan la parrilla a una forma de arte. Además, la ciudad ha vivido un auge de cocinas de autor y propuestas gourmet que reinterpretan la cocina criolla y mediterránea. No todo es carne: empanadas, pastas caseras y helados artesanales forman parte esencial del recorrido.

Aunque Río de Janeiro acapara muchas miradas, São Paulo es el verdadero gigante gastronómico brasileño. Su diversidad étnica se refleja en una oferta culinaria que va desde la cocina italiana y japonesa hasta la tradicional feijoada o el virado à paulista. Restaurantes como D.O.M. de Alex Atala, pionero en el uso de ingredientes amazónicos, han puesto a Brasil en el mapa de la alta cocina mundial.

Chile ha comenzado a destacarse en el panorama gastronómico internacional, y Santiago lidera esta transformación. Aquí se puede disfrutar de productos únicos como el loco, el piure o los vinos del Valle de Colchagua. Restaurantes como Boragó, del chef Rodolfo Guzmán, son pioneros en utilizar ingredientes autóctonos con técnicas contemporáneas. La gastronomía chilena es un homenaje al territorio, desde el desierto de Atacama hasta los fiordos del sur.

Cartagena es una joya no solo por su arquitectura colonial y su mar turquesa, sino también por su cocina afrocaribeña. La ciudad ha visto nacer una escena gastronómica vibrante que rescata sabores tradicionales como el arroz con coco, el mote de queso o los mariscos frescos. Lugares como Celele, en el barrio Getsemaní, han revolucionado la forma en que se presenta la cocina del Caribe colombiano, sin perder su esencia popular. Comer en Sudamérica no es solo satisfacer el apetito, sino una forma de conocer su historia, sus pueblos y sus paisajes.