Redacción (Madrid)

La capital de Argelia, Argel, conocida como Al-Djazaïr, es una ciudad que combina el encanto mediterráneo con un profundo legado histórico. Situada a orillas del mar, entre colinas verdes y un puerto que ha sido testigo de siglos de comercio y culturas, Argel es un destino turístico que invita a descubrir su arquitectura, sus barrios antiguos y sus paisajes costeros.

Argel es conocida como la “Perla Blanca” por el color de sus edificios que descienden en terrazas hacia el mar. Pasear por su costa permite contemplar una fusión de modernidad y tradición: bulevares amplios, palmeras, cafés frente al puerto y el azul profundo del Mediterráneo. Para el viajero, caminar por el Boulevard Che Guevara o disfrutar del atardecer desde el Jardín de Essai du Hamma es una experiencia relajante y fotogénica.

Uno de los tesoros turísticos de Argel es la Casbah, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este barrio histórico es un laberinto de callejones estrechos, casas encaladas y patios interiores que reflejan la herencia otomana y árabe de la ciudad. Entre sus rincones destacan:

  • La Mezquita Ketchaoua, ejemplo del arte islámico local.
  • El Palacio del Dey, con vistas al puerto y vestigios de la época otomana.
  • Mercados tradicionales donde se percibe el aroma de especias y pan recién horneado.

Explorar la Casbah es como viajar en el tiempo, descubriendo un patrimonio vivo que combina historia y vida cotidiana.

Argel ofrece una rica oferta cultural para los amantes del arte y la historia:

  • Museo Nacional de Antigüedades, que conserva piezas romanas, islámicas y bereberes.
  • Museo de Bellas Artes de Argel, con obras que muestran la influencia europea y africana.
  • Teatro Nacional de Argel, donde los visitantes pueden disfrutar de representaciones de música y danza tradicional.

Además, la ciudad cuenta con cafés y restaurantes que combinan gastronomía mediterránea y magrebí, ofreciendo al turista sabores como el cuscús, el tajín y dulces con miel y almendras.

El litoral de Argel invita al descanso y la fotografía. Playas como Sidi Fredj o Palm Beach ofrecen vistas panorámicas y son puntos ideales para disfrutar del mar o realizar paseos en barco. Desde estos escenarios, el contraste entre el azul del Mediterráneo y la arquitectura blanca de la ciudad es inolvidable.

Visitar Argel es sumergirse en una ciudad donde el Mediterráneo se encuentra con siglos de historia y cultura. Entre la serenidad de sus jardines, el misterio de la Casbah y la vitalidad de su puerto, la capital argelina ofrece un turismo auténtico, ideal para quienes buscan belleza, tradición y paisajes únicos.

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