El viajero nunca deja de sorprenderse en Vietnam

Por redacción

Vietnam es uno de los destinos de moda. Es país se ha ganado estar en las primeras posiciones de los más visitados en el Sudeste Asiático. Sus atractivos son casi infinitos: una diversidad cultural que combina siglos de historia local, china y francesa , arrozales eternos, playas paradisíacas, paisajes naturales entre los más bellos del mundo, como la Bahía de Ha- Long, compras de todo tipo y una de las mejores gastronomías. Descubrir los secretos de Vietnam requiere varias semanas, pero casi nadie tiene tanto tiempo, así que hay que prescindir de algunas cosas y centrarse en lo esencial.

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Vistas de la Bahía de Halong

Empezamos por la ciudad de Ho Chi Minh, también conocida como Saigón. Es la urbe más vibrante y dinámica de Vietnam. Entre las visitas imprescindibles está la Oficina Central de Correos que fue construída a finales del siglo XIX y la réplica de la catedral de Nôtre Dame que se sitúa justo en frente. También el Museo de los Crímenes de la Guerra del Palacio de la Reunificación y el Museo de las Medicinas Tradicionales. La visita de Saigón sería incompleta si no se incluye el mercado de Ben Thanh, considerado el punto más céntrico de esta ciudad. Esta ciudad es también el mejor lugar para disfrutar de la gastronomía vietnamita.
Siglos de historia local, arrozales eternos, playas y gastronomía son los atractivos de Vietnam una de las más ricas y diversas del Sudeste Asiático. En la antigua Saigón se le da una vuelta de tuerca a la comida tradicional vietnamita para crear platos de cocina creativa. Opciones exquisitas son el restaurante Com Niêu Sài Gòn o The Deck Saigon. Imprescindible en un viaje a Vietnam probar el Pho sopa de noodles más famosa y deliciosa del país.
Desde Saigón, recorriendo unos cien kilómetros, se llega a Ben Tre, una de las ciudades más importantes del delta del Mekong y considerada el granero de arroz más grande de Vietnam. Mekong en el idioma vietnamita se dice » Cuu Long » ( nueve dragones) porque a lo largo del país, dicho río se divide en varios afluentes que desembocan al mar a través de nueve estuarios. Antes de visitarlo mucha gente imagina que se parecería a una gran jungla salvaje atravesada por varias corrientes, como el Amazonas, pero la verdad es muy distinta. La zona es muy verde y exuberante, llena de cocoteros , palmas de aguas, árboles frutales…y permanentemente ocupada por la vida flotante de los locales. Abundan los barcos y pequeñas canoas llenas de frutas y mercancías, pescadores, trabajadores construyendo casas a la orilla del río…
Un viaje a Vietnam sin conocer un poco de su costa no estaría completo. Lo mejor es dirigirse a Nha Trang si se busca sol y mar y disfrutar de playas como Doc Let, Bai Dai o Bai Duong mientras se toma un refresco de agua de coco. Hay que recorrer los alrededores y descubrir lugares como las cascadas de Yang Bay o de Ban Ho. También se puede dar un relajante baño en las aguas termales en Thap Ba. Además, los adictos al buceo o simplemente al esnórquel, disfrutarán con sus fondos marinos.
La siguiente etapa lleva a la zona central del país. En esta parte se encuentran varios Patrimonios de la humanidad tales como el Parque Nacional de Phong Nha- Ke Bang ( reconocido en 2003 ) , donde está la cueva más grande del mundo, Son Doong; la Ciudadela Imperial de Hue (1993); el Barrio Antiguo de Hoi An (1999) y el Santuario de My Son (1999). Conocida como la ciudad amarilla con 2.000 años de antigüedad, la arquitectura de Hoi An, mezcla templos chinos con puentes japoneses y construcciones vietnamitas que han respetado el estilo para mantener la armonía. Prohibida al paso de vehículos motorizados, parece que en el casco histórico se detuvo el tiempo a finales del siglo XIX. Hue fue la antigua capital de Vietnam bajo la dinastía Nguyen y lugar de enterramiento de los emperadores. Hasta la fecha todavía quedan siete tumbas imperiales, entre las que destaca la de Tu Duc, uno de los trabajos más hermosos de la arquitectura real de la dinastía de los Nguyen; contiene 50 construcciones entre palacios y pabellones y se asocia muy bien con la naturaleza. La construcción de dicha tumba necesitó hasta 50.000 soldados por eso sólo tardó tres años ( 1864-1867 ). Hue fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Con frecuencia es la puerta de entrada en el país y la primera impresión es la de una ciudad caótica por su tráfico imparable de motocicletas, aunque todo parece estar diseñado en un perfecto y ordenado caos. Las calles del centro de Hanói están ordenadas según oficios. Hay vías completas dedicadas a menaje del hogar, decoración, comida e incluso a lápidas . Hay mucho que ver pero poco tiempo. Lo esencial es la pagoda de Pilar Único, el exterior del Mausoleo de Ho Chi Minh y la plaza de Ba Dinh. También el Templo de la Literatura, la primera universidad de Vietnam. Aunque la visita más esperada es a la parte del Barrio antiguo de Hanói y el lago de la Espada Restituida, un recurso sin fin para amantes de la fotografía. Es divertido ir caminando por la zona viendo cómo se desarrolla la vida cotidiana de la gente de aquí: comer en puestos callejeros sentados en sillas pequeñitas, centros de gimnasia y aerobic al aire libre en el parque, motos por todos lados pero nadie se choca, etc.
No hay mejor manera de finalizar el viaje por Vietnam que un crucero relajante en la Bahía de Halong, considerada por muchos como la más bella del mundo, Patrimonio de la Humanidad y considerada una de las siete nuevas » maravillas del mundo».