Explorando el encanto centenario de Altea, un viaje al Casco Antiguo

Redacción (Madrid)

En la costa mediterránea de España, el encantador pueblo de Altea se erige como una joya histórica y cultural. Su casco antiguo, un laberinto de callejuelas empedradas y fachadas blancas, nos transporta a un tiempo pasado donde la tradición y la autenticidad se entrelazan.

Al caminar por las estrechas calles del casco antiguo de Altea, uno se encuentra inmerso en una atmósfera única. Las casas encaladas con puertas de colores vibrantes y balcones llenos de flores crean una paleta visual encantadora. Cada esquina revela detalles arquitectónicos que narran la historia del lugar y su evolución a lo largo de los siglos.

La Plaza de la Iglesia, con su antigua iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, se alza como el epicentro del casco antiguo. La cúpula azul de la iglesia, adornada con azulejos de cerámica, se eleva sobre el paisaje urbano y se ha convertido en un ícono reconocible de Altea. Desde aquí, las vistas panorámicas del mar Mediterráneo y de las montañas circundantes son simplemente impresionantes.

A medida que nos aventuramos por las callejuelas adoquinadas, descubrimos boutiques pintorescas, galerías de arte y acogedores cafés que ofrecen un refugio sombreado para disfrutar de un café o saborear una deliciosa paella. La artesanía local, desde cerámica hasta joyería, se exhibe con orgullo en las tiendas, proporcionando a los visitantes la oportunidad de llevar consigo un pedazo tangible de la cultura de Altea.

La tranquilidad del casco antiguo de Altea se ve realzada por el sonido ocasional de la guitarra flamenca que emana de algún rincón escondido. La música, un elemento intrínseco de la cultura española, parece resonar en cada rincón, agregando una dimensión sensorial a la experiencia.

Al atardecer, el casco antiguo de Altea se transforma en un escenario romántico. Las luces suaves iluminan las calles, creando una atmósfera mágica. La mezcla de colores pastel, el olor a mar y la suave brisa mediterránea conforman un cuadro visual y sensorial que invita a la reflexión y al disfrute tranquilo.

En conclusión, explorar el casco antiguo de Altea es sumergirse en un capítulo vivo de la historia española. Su encanto centenario, combinado con la hospitalidad local, crea una experiencia turística auténtica y enriquecedora. Un paseo por estas calles empedradas no solo es un viaje en el tiempo, sino también una oportunidad para descubrir la esencia atemporal de este rincón encantador en la costa mediterránea.

Agustín Almodóbar, portavoz de Turismo del PP en el Senado

Redacción (Madrid)

Tras la designación de funciones para la nueva legislatura 

Agustín Almodóbar, portavoz de Turismo del PP en el Senado 

El senador del Partido Popular por Alicante y Secretario Nacional de Turismo del Partido Popular, Agustín Almodóbar ha sido designado por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado como portavoz de Turismo de los populares en la Cámara Alta.

«Es un auténtico privilegio y un honor para mi el poder seguir llevando la voz de nuestra industria más importante, su defensa, apoyo y poder seguir impulsando medidas que contribuyan a mejorar su competitividad, esta vez, de nuevo desde el Senado. Conozco al sector, hemos trabajado de la mano en los últimos años y saben que en mi tienen al mejor interlocutor posible para seguir poniendo en valor todo su potencial desde el ámbito de la política» ha señalado el senador de Benidorm.

Por otro lado, Almodóbar ha calificado a España como «una gran potencia turística en todos los sentidos», añadiendo que para el Partido Popular, «el Turismo es una auténtica prioridad política. Nos sentimos orgullosos de cada uno de los agentes del sector, empresarios, trabajadores y destinos. Cuanto más se trabaje por España y su Turismo mejor nos irá a todos, ese es nuestro empeño y el sector debe saber que en mi y en el Partido Popular tienen a un aliado más para lograr todo lo que nos propongamos».

Almodóbar además ha señalado que “Vamos a trabajar desde ya mismo en iniciativas en positivo, que contribuyan a mejorar nuestros destinos, que ha demostrado una gran resistencia y compromiso en los peores momentos y que hacen un grandísimo esfuerzo por mantener a España como líder mundial, es importantísimo que nos volquemos en un área que es fundamental tanto para la economía, el empleo como para la imagen de España y el funcionamiento de la sociedad en general» finaliza.

Explorando la naturaleza mística de «la Fraga da Pena» y «la Serra da Enciña da Lastra»

Redacción (Madrid)

En el corazón de Galicia, España, se encuentran dos tesoros naturales que cautivan a quienes buscan la belleza intocada y la serenidad de la naturaleza: La Fraga da Pena y la Serra da Enciña da Lastra. Estos lugares, envueltos en un manto de misterio y rodeados de una exuberante vegetación, ofrecen a los visitantes una experiencia única de conexión con la naturaleza.

La Fraga da Pena es un bosque encantado donde la magia parece emanar de cada rincón. Sus senderos serpentean entre robles y castaños, creando una sinfonía de sonidos naturales mientras la luz del sol se filtra entre las hojas. Cascadas y arroyos cristalinos aportan una frescura única al ambiente, invitando a los visitantes a sumergirse en la naturaleza en su estado más puro.

Este rincón de Galicia no es solo un escape a la belleza, sino también a la historia. Las antiguas construcciones de piedra, como los molinos y las fuentes, cuentan historias silenciosas de épocas pasadas. Los musgos que visten las piedras parecen guardar secretos ancestrales, añadiendo un toque de misterio al paseo.

A medida que nos aventuramos en la Serra da Enciña da Lastra, una cadena montañosa que abraza la región, somos testigos de un paisaje que revela la asombrosa diversidad de Galicia. La inmensidad de los bosques y la topografía ondulante crean un escenario impresionante. La Sierra invita al senderismo y a la exploración, ofreciendo panorámicas que dejan sin aliento.

Lo que distingue a la Serra da Enciña da Lastra es su capacidad para enamorar a los amantes de las aves. Con una variada fauna, desde aves rapaces hasta pájaros cantores, este rincón natural se convierte en un paraíso para observadores de aves. Cada canción, cada aleteo, contribuye a la sinfonía natural que llena el aire.

La Fraga da Pena y la Serra da Enciña da Lastra, en su esplendor natural, ofrecen una experiencia que va más allá de lo visual. Son lugares que invitan a una conexión profunda con la naturaleza, donde cada rincón cuenta una historia y cada sonido susurra la antigua sabiduría de la tierra. Explorar estos tesoros en Galicia es embarcarse en una aventura que nutre el alma y deja una huella duradera en el corazón de quienes tienen el privilegio de descubrirlos.

Palacio Topkapi, tesoro histórico de Estambul

Redacción (Madrid)

En el corazón de Estambul, donde Oriente se encuentra con Occidente, se erige el majestuoso Palacio Topkapi, un monumento que respira la historia y la grandeza del Imperio Otomano. Este palacio, que sirvió como residencia de los sultanes durante casi 400 años, es un testimonio arquitectónico de la opulencia y la sofisticación que caracterizaron a esa era dorada.

Ingresar al Palacio Topkapi es sumergirse en una maravilla arquitectónica y artística. Las intricadas puertas y los exuberantes jardines transportan a los visitantes a una época donde cada detalle era una expresión de poder y refinamiento. Los mosaicos de cerámica, los azulejos otomanos y las fuentes ornamentadas crean un ambiente de belleza atemporal.

El harem del Palacio Topkapi, una parte mítica y enigmática, revela las historias íntimas de la vida palaciega. Sus habitaciones ricamente decoradas y pasillos silenciosos ofrecen una visión intrigante de la vida privada de los sultanes y sus familias. La sala del trono, con sus elaborados techos y detalles dorados, es una muestra impresionante de la grandiosidad imperial.

Los tesoros del Palacio Topkapi se despliegan en el Tesoro del Palacio, donde las joyas, las piezas de porcelana y los objetos preciosos deslumbran a los visitantes. El famoso «Diamante del Sultán» y la «Espada de Sultán Mahmud I» son solo algunas de las gemas que atestiguan la riqueza y la magnificencia de la dinastía otomana.

La ubicación del Palacio Topkapi es estratégica, ofreciendo vistas panorámicas del Bósforo y del Cuerno de Oro. Los visitantes pueden pasear por sus terrazas y disfrutar de vistas inigualables de Estambul, comprendiendo la importancia histórica y geográfica de este lugar emblemático.

En resumen, el Palacio Topkapi es mucho más que un conjunto de edificaciones históricas; es un portal a una época pasada de esplendor y poder. Sus salones resonando con historias, sus tesoros resplandecientes y sus vistas impresionantes hacen de este palacio un destino turístico que cautiva a quienes buscan sumergirse en la historia y la opulencia de una de las civilizaciones más destacadas de la historia.

Somalia, descubre la riqueza cultural del Cuerno de África

Redacción (Madrid)

Somalia, situada en el Cuerno de África, es un país que ha enfrentado desafíos significativos, pero que también alberga una rica historia y belleza natural. Más allá de las narrativas de conflictos, Somalia ofrece una costa impresionante en el océano Índico y ciudades con una rica herencia cultural.

Mogadiscio, la capital, es una mezcla cautivadora de lo antiguo y lo nuevo. Sus mercados bulliciosos, como el Bakaara, ofrecen una visión auténtica de la vida diaria, mientras que la Catedral de Mogadiscio y la Arco de la Independencia son testigos de la historia colonial. La ciudad se esfuerza por renacer, con esfuerzos para reconstruir y revitalizar espacios públicos.

Las playas de Somalia, como las de Lido, destacan por su belleza prístina. Aguas turquesas, arena dorada y una brisa refrescante ofrecen un refugio sereno para los visitantes. Además, la Isla de las Especias, en la costa norte, atrae con sus especies únicas de aves y su ambiente tranquilo.

La herencia cultural somalí es rica y variada. La región de Somalilandia, aunque no reconocida internacionalmente como país independiente, tiene su propia identidad cultural. La ciudad de Hargeisa muestra su patrimonio en el Museo Nacional de Hargeisa, que alberga fascinantes artefactos que datan de la prehistoria hasta la era moderna.

La gastronomía somalí refleja la diversidad del país. Platos como el anjero (panqueques fermentados) y el suqaar (carne salteada) son delicias locales. Compartir una comida en torno al café, parte integral de la cultura somalí, es una experiencia social única.

A pesar de los retos históricos, Somalia está trabajando para atraer al turismo. Con un enfoque en la seguridad y la infraestructura, el país busca mostrar al mundo su riqueza cultural y natural. Viajar a Somalia puede ser una oportunidad para desafiar percepciones preconcebidas y descubrir la auténtica hospitalidad y resiliencia de su gente.

Explorando Nauplia, la Venecia del mar Egeo

Redacción (Madrid)

En el corazón del Peloponeso, Grecia, yace una joya histórica y pintoresca: Nauplia. Esta ciudad costera, la primera capital del moderno Estado Griego, ofrece una experiencia turística rica en historia, arquitectura encantadora y una atmósfera que evoca la autenticidad griega.

El casco antiguo de Nauplia es un laberinto de calles empedradas que serpentea por edificios neoclásicos y venecianos. La imponente Fortaleza de Palamidi corona la ciudad, ofreciendo vistas panorámicas del golfo de Argólida. Sus murallas históricas cuentan siglos de historia, recordándonos la riqueza cultural que ha marcado esta tierra.

Sobre las aguas del golfo, la pequeña isla de Bourtzi alberga una fortaleza veneciana que se eleva como un cuento de hadas sobre el mar. Conectada a Nauplia por un pintoresco puente, Bourtzi es un lugar encantador para explorar y disfrutar de las brisas marinas.

En el corazón del casco antiguo, la Plaza de Syntagma es un animado punto de encuentro. Rodeada de cafés, tiendas y tabernas, es el lugar perfecto para disfrutar de la auténtica hospitalidad griega. La arquitectura elegante que la rodea crea un ambiente acogedor.

En el corazón del casco antiguo, la Plaza de Syntagma es un animado punto de encuentro. Rodeada de cafés, tiendas y tabernas, es el lugar perfecto para disfrutar de la auténtica hospitalidad griega. La arquitectura elegante que la rodea crea un ambiente acogedor.

Subir los 999 escalones de Palamidi puede parecer desafiante, pero la recompensa está en la cima. Las vistas desde esta fortaleza son simplemente impresionantes, abarcando el horizonte azul y las terracotas de los techos de Nauplia.

Nauplia es hogar de tiendas de artesanía que ofrecen productos locales, desde cerámicas hasta joyas tradicionales. Además, el Museo Arqueológico de Nauplia y el Museo de la Guerra son destinos fascinantes para aquellos que buscan sumergirse en la rica historia de la región.

Los restaurantes junto al mar ofrecen delicias gastronómicas que capturan la esencia de la cocina griega. Desde pescado fresco hasta moussaka y ensaladas griegas, cada bocado es un viaje a los sabores auténticos de la región.

Las playas cercanas, como Karathona y Arvanitia, ofrecen aguas cristalinas y entornos tranquilos para aquellos que desean relajarse junto al mar. Las vistas de la ciudad desde estas playas son simplemente idílicas.

En resumen, Nauplia es un tesoro oculto en Grecia que combina historia, cultura y belleza natural. Pasear por sus calles empedradas, explorar sus fortalezas históricas y disfrutar de la cálida hospitalidad griega hacen de Nauplia un destino turístico inolvidable. Este rincón pintoresco en el Peloponeso es mucho más que un simple destino; es una experiencia que captura la esencia atemporal de Grecia.

Explorando la maravilla del Peloponeso, un viaje a la cuna de la Antigua Grecia

Redacción (Madrid)

El Peloponeso, una península que se extiende hacia el sur desde el corazón de Grecia, es un tesoro histórico y geográfico. En este rincón del Mediterráneo, la antigua Grecia cobra vida a través de majestuosos templos, ciudades arqueológicas y paisajes impresionantes.

La ciudad de Micenas, con sus imponentes murallas ciclópeas, es una puerta de entrada al pasado micénico. Los vestigios de la civilización que dominó la región en la Edad del Bronce ofrecen una visión fascinante de la antigüedad, donde la leyenda se fusiona con la realidad.

Navegar por las aguas del Golfo de Corinto revela la majestuosidad del Canal de Corinto, una maravilla ingenieril que conecta los mares Jónico y Egeo. Esta hazaña moderna proporciona una vista única de la geografía del Peloponeso.

La antigua Olimpia, donde nacieron los Juegos Olímpicos, es un tributo al espíritu atlético de la antigua Grecia. El estadio, el gimnasio y los templos honran la conexión entre el deporte y la espiritualidad en una armonía que sigue resonando a través de los siglos.

En el extremo sur de la península, la ciudad de Esparta evoca la disciplina y la fuerza militar de la antigua Grecia. El teatro de Esparta y el santuario de Artemisa Orthia son testigos silenciosos de una sociedad guerrera que dejó su marca en la historia.

La región también ofrece tesoros naturales, como la exuberante región de Arcadia. Sus montañas, valles y pequeños pueblos tradicionales ofrecen un refugio tranquilo para aquellos que buscan escapar del bullicio y conectar con la belleza natural.

La costa del Peloponeso no se queda atrás. La ciudad de Nauplia, con su encanto veneciano y fortalezas que se alzan sobre el mar, es un lugar para perderse en callejones empedrados y saborear la historia en cada esquina.

Desde la majestuosidad de la antigua Micenas hasta la serenidad de las costas de Nauplia, el Peloponeso se erige como un testimonio de la riqueza cultural y natural de Grecia. Este rincón de la historia invita a los viajeros a sumergirse en la grandeza de la antigüedad y disfrutar de la hospitalidad griega en un entorno que ha resistido la prueba del tiempo. Viajar al Peloponeso es, sin duda, una experiencia que despierta la imaginación y alimenta el alma.

El mar Egeo, el testigo de la cuna del pensamiento

Redacción (Madrid)

El Mar Egeo, abrazado por las costas de Grecia y Turquía, es un tesoro azul que cautiva los sentidos de quienes lo visitan. Este mar, inmortalizado en mitos y leyendas, es mucho más que solo aguas cristalinas; es un lienzo en el que se despliegan paisajes, historia y una riqueza cultural incomparable.

Las islas del Egeo, como perlas dispersas, ofrecen una diversidad que va desde la serena Santorini, con sus casas blancas y cúpulas azules, hasta la animada Mykonos, con sus playas doradas y su vida nocturna vibrante. Cada isla tiene su propia personalidad, pero comparten la esencia única del Mar Egeo.

La historia antigua se encuentra en cada rincón del Egeo. Delicadas ruinas y ciudades antiguas bordean sus costas, como las ruinas de Efeso en Turquía o la isla de Delos, lugar de nacimiento de Apolo y Artemisa. Estos vestigios históricos evocan un pasado glorioso y conectan al visitante con las civilizaciones que una vez prosperaron en estas tierras.

La navegación por el Mar Egeo es una experiencia por sí misma. Los barcos tradicionales blancos, conocidos como caiques, deslizan sus velas ante la brisa, llevando consigo a los aventureros a rincones secretos y playas aisladas. La navegación tranquila entre islas revela la inmensidad y la belleza diversa de este mar legendario.

La vida submarina del Egeo es un mundo paralelo de colores y formas. Las aguas transparentes permiten la visión de un reino submarino repleto de vida marina. Desde pequeños peces multicolores hasta majestuosas criaturas como las tortugas marinas, el buceo en el Egeo es una ventana a un universo acuático fascinante.

La gastronomía del Egeo es un festín para los sentidos. Los pescados frescos, aceites de oliva aromáticos y quesos locales crean una sinfonía de sabores mediterráneos. Sentarse en una taberna junto al mar, con la brisa salina acariciando el rostro, es una experiencia culinaria que se mezcla con el encanto del Egeo.

En resumen, el Mar Egeo no es solo un destino, es una odisea que abarca la historia, la naturaleza y la cultura. Sus aguas cristalinas, islas pintorescas y encanto atemporal lo convierten en un rincón del mundo que merece ser explorado, una y otra vez, para descubrir la magia que yace en sus profundidades y a lo largo de sus costas bañadas por el sol.

Explorando la maravilla de Gaudí, el parque Güell

Redacción (Madrid)

Ubicado en lo alto de Barcelona, el Parque Güell es una obra maestra arquitectónica que transporta a sus visitantes a un mundo de fantasía y color. Diseñado por el genio catalán Antoni Gaudí a principios del siglo XX, este parque es más que un simple espacio verde; es un testimonio de la creatividad sin límites y la visión vanguardista de su creador.

Desde el momento en que se pone un pie en el parque, la esencia de Gaudí se hace palpable. Los vibrantes mosaicos, las formas orgánicas y las esculturas caprichosas crean un paisaje que parece sacado de un sueño. El famoso lagarto de cerámica, conocido como «el Drac», da la bienvenida a los visitantes en la entrada, convirtiéndose en un símbolo emblemático del lugar.

La Plaza de la Naturaleza, ubicada en el corazón del parque, es un espacio donde la arquitectura y la naturaleza se fusionan en perfecta armonía. Los bancos ondulantes revestidos de mosaicos ofrecen vistas panorámicas de la ciudad, convirtiendo cualquier descanso en una experiencia visual única.

Las columnas inclinadas del Salón de las Cien Columnas son otra muestra impresionante de la genialidad de Gaudí. Estas estructuras, que parecen árboles gigantes, sostienen la terraza superior del parque y crean un ambiente surrealista y etéreo.

El sendero serpenteante que conduce a la terraza superior ofrece vistas inigualables de Barcelona y el mar Mediterráneo. Este lugar es ideal para disfrutar de la paz y la serenidad, lejos del bullicio de la ciudad.

Uno de los puntos culminantes del Parque Güell es, sin duda, la Casa-Museo Gaudí, donde el arquitecto vivió durante casi 20 años. Explorar este espacio permite adentrarse en la mente de Gaudí y comprender mejor su proceso creativo.

En resumen, el Parque Güell es una joya arquitectónica que va más allá de ser un simple parque urbano. Es un testimonio del genio de Antoni Gaudí y su capacidad para fusionar la naturaleza, la arquitectura y la imaginación en una experiencia única. Cada rincón cuenta una historia, y cada detalle revela la magia de un hombre que transformó la ciudad de Barcelona en un lienzo de sueños.

Explorar Bogotá, ntre historia, cultura y modernidad

Redacción (Madrid)

Bogotá, la vibrante capital de Colombia, es una ciudad que cautiva a sus visitantes con una mezcla única de historia, cultura y modernidad. A medida que se adentra en la altiplanicie andina, la ciudad revela su carácter dinámico y su riqueza diversa.

El corazón histórico de Bogotá es La Candelaria, un barrio colonial que lleva a los visitantes a través de calles adoquinadas y casas de colores vivos. Aquí, la Plaza Bolívar es el epicentro, rodeada por el imponente Capitolio Nacional, la Catedral Primada y el Palacio de Justicia. Este conjunto arquitectónico es un testimonio del pasado y presente político de Colombia.

Bogotá se enorgullece de sus museos, siendo el Museo del Oro uno de los más destacados. Resguarda una inigualable colección de objetos precolombinos de oro, permitiendo a los visitantes sumergirse en las civilizaciones indígenas que poblaron la región antes de la llegada de los españoles. Otro sitio imperdible es el Museo Botero, que exhibe la generosa donación del famoso pintor y escultor Fernando Botero al pueblo colombiano.

Dos guardianes majestuosos custodian Bogotá: Monserrate y Guadalupe. Subir a la cima de Monserrate, sea a pie o en funicular, ofrece una vista panorámica de la ciudad extendiéndose por el altiplano. Guadalupe, con su santuario, es también un lugar sagrado y una plataforma ideal para capturar la esencia de Bogotá desde las alturas.

La Zona T, un animado distrito comercial y de entretenimiento, se destaca por su vida nocturna y gastronomía. Restaurantes, bares y clubes dan vida a este lugar, ofreciendo opciones para todos los gustos. Probar la diversidad de sabores de la cocina colombiana es una experiencia que deleitará los sentidos.

Explorar la Bogotá moderna lleva a lugares como Usaquén, un barrio que fusiona lo antiguo con lo contemporáneo. Sus calles empedradas albergan boutiques, galerías y restaurantes de alta cocina. El Parque de la 93, otra joya de la modernidad, es un espacio verde rodeado de cafés y locales de moda, perfecto para relajarse y disfrutar del ambiente urbano.

Bogotá, con su mezcla de tradición y modernidad, invita a los viajeros a sumergirse en sus calles, descubrir su historia y disfrutar de la vitalidad de su cultura. La ciudad se presenta como un caleidoscopio de experiencias, donde cada rincón cuenta una historia única y donde el pasado y el presente convergen para crear una Bogotá inolvidable.