
Por Miguel de la Hoz
Con 37 ediciones a sus espaldas, el Festival de Cine de l’Alfàs del Pi es mucho más que un evento cultural: es una seña de identidad para todo el municipio. Conversamos con la concejala de Presidencia para conocer en profundidad su impacto en el desarrollo local, su proyección y los retos de futuro.

¿Qué significa para l’Alfàs del Pi contar cada año con un festival de cine con tanta trayectoria?
El Festival de Cine de l’Alfàs del Pi es, sin duda, el evento más importante a nivel turístico para nuestro municipio. Hace 37 años, un grupo de amigos soñó con que Alfàs, que entonces no era un destino turístico y tenía muy pocos habitantes, podía convertirse en un referente cultural y turístico en la comarca. Así nació este festival, que con el tiempo se ha consolidado como nuestro emblema por excelencia, tanto en lo cultural como en lo turístico.
Desde su punto de vista institucional, ¿cuál es el papel del festival en el desarrollo cultural del municipio?
Es fundamental. A partir de este festival se ha generado toda una estructura cultural que hoy incluye doce festivales a lo largo del año, casi uno por mes. Tras el Festival de Cine viene el Festival de Teatro, el Estiu-Festiu, el Festival de Jazz, Mozzarmanía, el Festival de Coros… Todos forman parte del calendario cultural de Alfàs y han contribuido a construir una identidad cultural muy sólida.
¿Cómo ha contribuido el festival a consolidar a Alfàs como un referente cultural dentro de la Comunidad Valenciana?
Alfàs del Pi, sin este festival, no tendría el reconocimiento que hoy tiene en el panorama autonómico e incluso nacional. En estos 37 años han pasado por aquí los mejores directores, actores, actrices, guionistas y productores del cine español. Todo ese recorrido está reflejado en nuestro Paseo de las Estrellas, al que algunos ya llaman con orgullo nuestro “Paseo de la Fama”.

¿Qué impacto tiene el festival en el turismo local? ¿Se nota en la llegada de visitantes y en la economía del municipio?
Claramente sí. Hay un antes y un después del Festival de Cine, tanto en términos turísticos como económicos. Muchos visitantes planifican sus vacaciones coincidiendo con el festival, y eso se refleja en las reservas de alojamientos. En el casco urbano, donde se concentra la actividad del festival, se amplía la capacidad de terrazas y espacios de restauración para aprovechar el incremento de público. Es una semana de gran movimiento y vitalidad para el comercio local.
¿Cómo se involucran los vecinos en el festival? ¿Existe un sentimiento de identidad compartida?
Sin duda. Si algún día desapareciera el Festival de Cine, la ciudadanía lo sentiría como una pérdida importante. La gente de Alfàs está orgullosa de este festival, de ver su municipio en televisión, en los medios, y de saber que forma parte de algo grande. El festival está muy arraigado en la comunidad local.
¿Qué tipo de actividades culturales paralelas se promueven durante el festival?
La programación es muy variada y está pensada para todos los públicos. Hay presentaciones de libros, encuentros con actores y directores, actividades infantiles, conciertos en la calle… Destaca la participación de la Sociedad Musical La Lira, que cada año ofrece un concierto especial como cierre del festival. Además, este año hemos incorporado por primera vez cursos de formación, con el objetivo de fomentar el talento emergente del cine español.

¿Qué medidas se han tomado desde el Ayuntamiento para aprovechar el festival como motor de promoción turística durante todo el año?
El festival no se limita a los 10 o 15 días de julio. Su presencia se extiende todo el año. Presentamos el cartel en FITUR, y este año, por ejemplo, hemos ido desvelando los nombres de los premiados a lo largo del calendario, lo que ha generado expectación continua. También celebramos el ciclo de Cine Solidario todos los jueves en la Casa de Cultura, donde la recaudación se destina a asociaciones locales. Todo esto refuerza la identidad cultural y social del festival durante los 12 meses del año.
¿De qué manera se proyecta la imagen de l’Alfàs del Pi a través del festival en medios nacionales e internacionales?
La mayor repercusión la tenemos a nivel nacional y autonómico, sobre todo en la Comunidad Valenciana. Este año, por ejemplo, hemos recibido una gran cantidad de cortos valencianos, lo que demuestra el peso que tenemos en el ámbito regional. A nivel internacional aún no hemos alcanzado una gran proyección, pero esperamos poder lograrlo en futuras ediciones.
¿Qué papel juegan las áreas de Cultura y Turismo en la organización del festival?
Es un trabajo totalmente coordinado. Cultura, con Manuel Casado al frente, organiza el festival; y Turismo, con Luis Morán, se encarga de su promoción. Ambos departamentos trabajan codo a codo bajo la supervisión del alcalde, Vicente Arques, que es el principal impulsor del proyecto. Este trabajo conjunto es lo que garantiza el éxito antes, durante y después del evento.
¿Qué retos y oportunidades ve para seguir potenciando el festival como herramienta estratégica?
El gran reto de los próximos años será incorporar una pata de formación sólida. Nuestra intención es firmar convenios con entidades como Ciudad de la Luz o el SCAC, para ofrecer formación en guion, producción, dirección… Queremos que Alfàs no solo sea un lugar donde se proyectan películas, sino también donde se forma a los profesionales del futuro del cine español.
