
Redacción (Madrid)
Viajar a las islas del mar Jónico es sumergirse en un Mediterráneo más íntimo y legendario. Situadas en la costa occidental de Grecia, estas islas —entre ellas Corfú, Cefalonia, Ítaca, Zante, Lefkada, Paxos y Kythira— ofrecen una experiencia turística rica en contrastes: playas de aguas cristalinas, montañas cubiertas de olivos, arquitectura veneciana y una cultura marcada por siglos de historia y mezcla de influencias.

Corfú, la más cosmopolita, combina palacios neoclásicos, fortalezas venecianas y callejuelas donde el tiempo parece haberse detenido. Su capital, Kerkyra, es Patrimonio de la Humanidad y un destino ideal para quienes buscan historia y sofisticación. Más al sur, Cefalonia y Lefkada deslumbran por sus playas dramáticas, como Myrtos o Porto Katsiki, donde el mar adquiere tonalidades imposibles de azul.
Ítaca, tierra de Ulises, es perfecta para viajeros literarios y contemplativos. Sus paisajes tranquilos, pueblos pequeños y rutas de senderismo permiten conectar con una Grecia más silenciosa y esencial. Zante (Zakynthos), por otro lado, atrae a quienes buscan una combinación entre belleza natural y vida nocturna, con lugares icónicos como la playa del Naufragio y cuevas marinas que parecen sacadas de otro mundo.

Más pequeñas, Paxos y Antipaxos son joyas escondidas, ideales para explorar en velero o en escapadas románticas. La transparencia de sus aguas y la tranquilidad de sus calas las convierten en un refugio para quienes huyen del turismo masivo.
Además de sus paisajes, las islas jónicas ofrecen una gastronomía sabrosa y generosa: pescados frescos, aceite de oliva local, vinos aromáticos y dulces tradicionales que hablan del cruce de culturas (griega, veneciana, otomana) que han dejado huella en cada puerto, en cada iglesia, en cada fiesta.

En conjunto, las islas del mar Jónico son un viaje sensorial y emocional. Invitan a la pausa, al descubrimiento pausado, a perderse entre olivos centenarios y leyendas homéricas. Un destino que mezcla mar y memoria, ideal tanto para aventureros como para quienes buscan simplemente contemplar la belleza del mundo desde una terraza con vistas infinitas al azul.
