Nos escapamos a una de las joyas del Caribe, descubrimos Playa Arena Gorda

Redacción (Madrid)
En la costa oriental de República Dominicana, donde el sol parece eterno y el mar canta con voz de esmeralda, se encuentra Playa Arena Gorda, un rincón que, aunque menos mencionado que otros destinos, guarda un encanto difícil de ignorar. Esta playa, ubicada al norte de Punta Cana, deslumbra por su amplitud, sus arenas blancas y su oleaje sereno que invita al descanso y la contemplación.

Arena Gorda debe su nombre a la textura firme y densa de su arena, ideal para largas caminatas junto al mar sin hundirse con cada paso. A diferencia de otras playas más conocidas de la región, aquí se respira un aire de calma y autenticidad. Aunque cuenta con presencia hotelera, el ambiente conserva un equilibrio entre lo natural y lo acogedor, sin excesos que opaquen el paisaje.

El agua turquesa de la playa es perfecta tanto para nadar como para practicar deportes acuáticos como el esnórquel o el kayak. La visibilidad bajo el agua sorprende, permitiendo apreciar bancos de peces y la vegetación marina que bordea la costa. Para quienes prefieren simplemente relajarse, las palmeras brindan sombra y el viento cálido acuna el cuerpo y la mente.

Uno de los mayores atractivos de Playa Arena Gorda es su capacidad para hacer sentir al visitante como si estuviera descubriendo un secreto bien guardado. No tiene la masificación de otras zonas cercanas, lo que le permite conservar una atmósfera más íntima. Esto la convierte en una opción ideal tanto para parejas que buscan tranquilidad como para familias que desean un entorno seguro y espacioso.

En los alrededores, pequeños comercios y restaurantes ofrecen una probada de la cocina dominicana con sabores caseros, lejos del circuito turístico habitual. Comer un pescado frito recién salido del mar o un mangú preparado al momento mientras se contempla el atardecer es una experiencia que conecta al viajero con lo esencial.

Escaparse a Playa Arena Gorda es reencontrarse con la esencia del Caribe: un lugar donde la naturaleza todavía dicta el ritmo y donde cada detalle parece diseñado para el disfrute sin artificios. Es una joya discreta, pero luminosa, que espera a quienes se atreven a mirar más allá de lo obvio.

Costa da Morte, entre la leyenda y la bravura del Atlántico

Redacción (Madrid)

Galicia guarda en su costa noroeste un territorio que combina la belleza salvaje del paisaje con una carga histórica y simbólica que ha atravesado los siglos. La Costa da Morte —literalmente, “Costa de la Muerte”— es más que un rincón escarpado del mapa español; es un escenario donde la naturaleza impone sus propias leyes, y donde cada ola parece contar una historia de naufragios, peregrinaciones y tradiciones inmemoriales.

Un nombre con ecos de tragedia

El nombre Costa da Morte no es fruto del marketing turístico, sino del legado de siglos de accidentes marítimos. La bravura del océano Atlántico, unida a la geografía abrupta de acantilados y bajos rocosos, ha sido testigo de incontables naufragios desde tiempos antiguos. Barcos mercantes, pesqueros e incluso embarcaciones militares han sucumbido ante las tormentas y las corrientes traicioneras. Uno de los más recordados es el del petrolero Prestige en 2002, que tiñó de negro esta costa y la conciencia ecológica de toda Europa.

Naturaleza indómita y sobrecogedora

Desde Malpica hasta Finisterre, la Costa da Morte ofrece un espectáculo natural que combina playas solitarias, faros centenarios y acantilados que parecen no tener fin. El Cabo Vilán, por ejemplo, se alza desafiante frente al océano con uno de los faros más emblemáticos de España. Camariñas, Laxe, Muxía y Carnota son solo algunas de las paradas obligatorias para quien desee sumergirse en un paisaje de luces cambiantes, viento perpetuo y mar en constante batalla.

Misticismo y peregrinación

Finisterre, considerado por los romanos el «fin del mundo conocido», es también una de las prolongaciones del Camino de Santiago. Muchos peregrinos continúan hasta aquí su andadura tras llegar a Compostela, en busca del ritual de quemar sus botas o ver morir el sol en el horizonte atlántico, como símbolo de renacimiento.

En Muxía, el santuario da Virxe da Barca combina la devoción mariana con la mitología celta. Las piedras sagradas que rodean el templo evocan milagros, leyendas de gigantes y embarcaciones de piedra que desafiaron la lógica.

Una cultura marcada por el mar

La Costa da Morte es también un espacio de identidad. El mar no solo es peligro; es sustento, idioma, música y forma de vida. El gallego se habla aquí con la cadencia del viento, y la gastronomía es un homenaje a la frescura marina: percebeiros que arriesgan la vida por el marisco más codiciado, pulpos cocinados con mimo, y empanadas que resumen siglos de tradición campesina y marinera.

Cuba se prepara para FITCuba 2025, una oportunidad para revitalizar su turismo

Redacción (Madrid)

Mañana, 30 de abril, La Habana se convertirá en el epicentro del turismo caribeño con la inauguración de FITCuba 2025, la 43ª edición de la Feria Internacional de Turismo de Cuba. El evento se llevará a cabo hasta el 3 de mayo en el emblemático Parque Histórico Militar Morro-Cabaña, con la República Popular China como país invitado de honor y un enfoque especial en las tradiciones cubanas como producto turístico

FITCuba 2025 llega en un momento crucial para la industria turística cubana. Durante el primer trimestre del año, el país experimentó una disminución del 29.7% en la llegada de visitantes internacionales en comparación con el mismo período de 2024, afectado por la reducción de turistas provenientes de mercados clave como Rusia, Canadá y la comunidad cubana en el exterior.

Esta situación resalta la importancia de FITCuba como plataforma para reactivar el sector y atraer nuevos inversores y visitantes.

El programa de FITCuba 2025 incluye una variedad de actividades diseñadas para promover la cultura y el turismo cubano. Entre ellas se destacan la Competencia Gastronómica en el Patio de los Jagüeyes, la Gala Cultural Cuba-China en el Teatro Karl Marx y la clausura oficial en el Cabaret Tropicana, donde se presentará un espectáculo renovado y se anunciará FITCuba 2026.

Una de las novedades de esta edición es el énfasis en la transformación digital del turismo. Se abordarán temas como la implementación de tecnologías en los Destinos Turísticos Inteligentes (DTI), nuevos paradigmas para la formación en turismo y soluciones digitales para mejorar la experiencia del visitante.

A pesar de los desafíos actuales, FITCuba 2025 representa una oportunidad para que Cuba muestre su compromiso con la revitalización del turismo. Con un enfoque en la cultura, la innovación y la colaboración internacional, el evento busca posicionar a la isla como un destino atractivo y competitivo en el Caribe.

Con la participación de profesionales del sector turístico de más de cien naciones, FITCuba 2025 se perfila como un evento determinante para el futuro del turismo en Cuba.

Los tesoros ocultos más allá de Punta Cana, turismo alternativo en República Dominicana

Redacción (Madrid)
Cuando se habla de turismo en República Dominicana, la imagen que rápidamente viene a la mente son las playas de arena blanca y resorts todo incluido de Punta Cana. Sin embargo, más allá de este destino famoso, el país caribeño guarda una riqueza de lugares inexplorados que invitan a los viajeros a descubrir otra cara de la isla, donde la autenticidad y el contacto directo con la naturaleza, la cultura y las tradiciones locales son protagonistas.

En el norte, la región de Samaná ofrece uno de los espectáculos naturales más impresionantes, el avistamiento de ballenas jorobadas. Cada año, entre enero y marzo, cientos de ballenas migran a la bahía para reproducirse, brindando a los visitantes una experiencia única. Además, sus playas, como Playa Rincón o Las Galeras, aún conservan un aire virgen que contrasta con las costas más comerciales del país.

Hacia el interior, Constanza y Jarabacoa abren la puerta al turismo de montaña. Conocidas como “la Suiza del Caribe”, estas regiones de clima fresco son el escenario perfecto para el senderismo, el rafting y el ecoturismo. El Pico Duarte, la montaña más alta del Caribe, desafía a aventureros de todo el mundo que buscan coronarlo a pie, en una travesía que mezcla naturaleza extrema y hospitalidad rural.

El sur del país, tradicionalmente menos turístico, guarda joyas como Bahía de las Águilas, una de las playas más prístinas del Caribe, situada dentro del Parque Nacional Jaragua. Su acceso difícil garantiza un paisaje prácticamente intacto, donde el mar turquesa y la soledad son la recompensa. La región también ofrece enclaves históricos, como la ciudad de Barahona y sus mercados artesanales.

Cada uno de estos destinos alternativos no solo ofrece paisajes distintos, sino que también permite al visitante adentrarse en el corazón de la vida dominicana. En los pequeños pueblos, los mercados locales, las celebraciones religiosas y la gastronomía casera revelan una cultura vibrante que a menudo queda eclipsada por la imagen de los grandes resorts.

Impulsar el turismo alternativo en República Dominicana es, además, una apuesta por un desarrollo más sostenible e inclusivo. Al diversificar la oferta y distribuir mejor el flujo de visitantes, se abren nuevas oportunidades económicas para las comunidades locales y se promueve la conservación del patrimonio natural y cultural. Más allá de Punta Cana, el país tiene mucho que ofrecer a quienes se atreven a mirar un poco más lejos.

La ruta del café en Cuba, un viaje al corazón de la historia y el sabor

Redacción (Madrid)

Más allá del tabaco y el ron, Cuba guarda una tradición cafetalera profunda, forjada hace siglos por emigrantes franceses que huían de la Revolución de Haití a principios del siglo XIX. Estos colonos encontraron en las elevaciones de la Sierra Maestra y la Sierra Cristal un clima ideal para cultivar un grano que, hasta hoy, sigue siendo símbolo de hospitalidad y cultura en la isla.

Un viaje por el legado cafetalero

La Ruta del Café recorre antiguas plantaciones cafetaleras, muchas de ellas ahora en ruinas majestuosas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2000 bajo el título de “Paisaje arqueológico de las primeras plantaciones de café en el sudeste de Cuba”. En estas fincas, como La Isabelica, Fraternidad o Santa Paulina, aún se pueden ver los vestigios de las casas de vivienda, los secaderos de café, los molinos de piedra y las estructuras hidráulicas que sostenían toda una economía.

En particular, La Isabelica, ubicada cerca de Santiago de Cuba, ha sido restaurada como museo, ofreciendo una ventana viva a la vida cotidiana de los caficultores franco-haitianos. Su arquitectura sobria, adaptada al clima tropical, y su colección de objetos originales transportan al visitante a una época donde el café era sinónimo de riqueza y supervivencia.

El café cubano, identidad en cada sorbo

Aunque otros países latinoamericanos han llevado el protagonismo en la producción mundial, el café cubano mantiene una calidad notable, especialmente el cultivado de forma orgánica en las montañas orientales. De cuerpo medio, notas terrosas y un retrogusto dulce, el café cubano expresa en su sabor la rusticidad y nobleza de su tierra.

La cultura del café en Cuba va más allá del producto: es un ritual social. El cafecito es ofrecido como un gesto de bienvenida, un instante de pausa y conversación, siempre servido en tazas pequeñas, intensas, y acompañado de una sonrisa.

La experiencia turística, entre naturaleza e historia

Hoy, la Ruta del Café no solo atrae a historiadores o amantes del café, sino también a viajeros ávidos de experiencias auténticas. Caminatas entre plantaciones de altura, visitas a museos locales, degustaciones artesanales y convivencias con campesinos forman parte del recorrido.

Además, la ruta se entrelaza con espacios naturales imponentes como el Parque Nacional Gran Piedra, donde se puede contemplar una vista panorámica espectacular desde un gigantesco bloque de roca volcánica, o el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, joya de biodiversidad cubana.

Un futuro entre sostenibilidad y memoria

Actualmente, esfuerzos locales e internacionales buscan revitalizar las plantaciones de café en Cuba, no solo como motor económico, sino como forma de preservar una herencia cultural que habla de resistencia, adaptación y mestizaje.

Recorrer la Ruta del Café es, entonces, más que una simple actividad turística: es sumergirse en una historia de migraciones, sueños truncados y sabores que, pese a los siglos, aún resisten el paso del tiempo en cada sorbo.

Bushcraft, el arte de vivir en la naturaleza y los mejores destinos para practicarlo

Redacción (Madrid)

En un mundo cada vez más digitalizado y urbano, el bushcraft emerge como una práctica que invita a reconectar con la naturaleza y a desarrollar habilidades ancestrales de supervivencia. Más que una simple actividad al aire libre, el bushcraft es un estilo de vida que promueve la autosuficiencia, el respeto por el entorno natural y el conocimiento profundo del medio ambiente.

El término «bushcraft» se refiere al conjunto de habilidades y conocimientos necesarios para vivir y desenvolverse en la naturaleza utilizando los recursos que esta ofrece. Estas habilidades incluyen la construcción de refugios, la obtención y purificación de agua, la elaboración de fuego, la identificación de plantas comestibles y medicinales, la caza, la pesca, la orientación sin instrumentos modernos y la fabricación de herramientas con materiales naturales. El bushcraft no solo busca la supervivencia, sino también una convivencia armoniosa y sostenible con el entorno natural.

España, con su diversidad de paisajes y ecosistemas, ofrece numerosos lugares ideales para la práctica del bushcraft. Algunos de los más destacados son:

Las Hurdes y los valles del norte de Cáceres: Esta región, caracterizada por su autenticidad y riqueza natural, es perfecta para quienes buscan una experiencia de inmersión en la naturaleza. Los paisajes únicos, las rutas de senderismo como la senda de Alfonso XIII y la biodiversidad del lugar ofrecen un entorno propicio para el aprendizaje y la práctica del bushcraft. Además, la zona cuenta con una rica tradición cultural y gastronómica que enriquece la experiencia del visitante.

Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido: Ubicado en el Pirineo Aragonés, este parque es uno de los destinos más impresionantes de España. Sus montañas, valles y pueblos pintorescos como Torla-Ordesa, Broto y Aínsa ofrecen un entorno ideal para la práctica del bushcraft. La diversidad de rutas de senderismo y la riqueza natural del parque permiten a los entusiastas del bushcraft desarrollar sus habilidades en un entorno privilegiado.

El bushcraft es más que una serie de técnicas de supervivencia; es una filosofía de vida que promueve la autosuficiencia, el respeto por la naturaleza y el aprendizaje continuo. España, con su variedad de paisajes y ecosistemas, ofrece numerosos destinos donde los entusiastas del bushcraft pueden practicar y perfeccionar sus habilidades. Ya sea en las montañas del Pirineo, en los valles de Cáceres o en otros rincones del país, el bushcraft invita a redescubrir la conexión profunda entre el ser humano y la naturaleza.

Los mejores lugares para comer en Sevilla, una guía de sabores inolvidables

Redacción (Madrid)
Sevilla, una ciudad conocida por su rica historia, arquitectura impresionante y vibrante cultura, también se destaca por su increíble gastronomía. En las últimas décadas, la capital andaluza ha experimentado un auge culinario que ha puesto a la ciudad en el radar de los amantes de la buena mesa. Desde bares de tapas tradicionales hasta restaurantes de alta cocina, Sevilla ofrece una variedad de opciones para todos los gustos. En este artículo, te llevamos a los seis mejores lugares para comer en la ciudad, donde la calidad, la creatividad y el sabor son protagonistas.

Comenzando con un clásico de la gastronomía sevillana, El Rinconcillo se presenta como uno de los bares de tapas más antiguos de la ciudad. Fundado en 1670, este local no solo es un referente histórico, sino también un lugar donde los sabores tradicionales de Andalucía se mantienen intactos. Su jamón ibérico, las croquetas caseras y el espinazo con garbanzos son solo algunas de las delicias que te esperan en este restaurante. El ambiente, con su decoración de azulejos y barriles de vino, te transporta a otro tiempo mientras disfrutas de una tapa bien acompañada de un vino de la región.

Si lo que buscas es una experiencia más moderna y vanguardista, Abantal es el lugar perfecto. Con una estrella Michelin, Abantal es el reflejo de la creatividad y la innovación en la cocina sevillana. El chef Julio Fernández, al frente del restaurante, ha logrado combinar ingredientes autóctonos con técnicas culinarias contemporáneas para ofrecer una carta única. Entre sus platos más destacados se encuentran la lubina con infusión de manzanilla y el arroz con liebre, dos ejemplos perfectos de cómo se puede reinterpretar la cocina tradicional de forma elegante y sorprendente.

Para quienes desean una comida que combine la tradición con un toque contemporáneo, La Azotea es un restaurante que nunca decepciona. Con varios locales en la ciudad, La Azotea se ha ganado una sólida reputación por su oferta gastronómica fresca y de calidad. Su carta se actualiza constantemente, siempre respetando los productos locales y de temporada. Uno de los platos más emblemáticos de La Azotea es su atún rojo con tomate, que resalta por su sencillez y sabor. Además, su ambiente acogedor y moderno hace de este restaurante un lugar ideal para una comida tranquila en el centro de Sevilla.

Si te apetece algo más informal pero igualmente delicioso, Bodeguita Romero es una parada obligatoria. Especializado en pescaíto frito, este pequeño local de barrio ha conquistado a sevillanos y turistas por igual. Sus camarones, calamares y, por supuesto, sus croquetas de pescaíto son los platos estrella. La bodega, con su ambiente tradicional, ofrece un menú perfecto para disfrutar de la auténtica cocina andaluza de forma relajada. Ideal para una comida rápida entre amigos o una cena informal después de un día de turismo.

Para aquellos que buscan una experiencia gastronómica más elegante, Eslava es uno de los restaurantes más aclamados de la ciudad. Con una estrella Michelin, este establecimiento se destaca por su excelente relación calidad-precio. El chef Curro Cánovas es conocido por su enfoque hacia la cocina de autor, donde la creatividad se fusiona con el respeto por los productos locales. Uno de los platos más representativos de Eslava es su famoso huevo a baja temperatura con boletus, un plato que refleja la perfección técnica del restaurante. Con un ambiente moderno y sofisticado, Eslava es el sitio ideal para una ocasión especial.

Baracoa, la ciudad primada de Cuba, donde la historia y la naturaleza se entrelazan

Redacción (Madrid)

En el extremo oriental de Cuba, entre montañas cubiertas de selva y ríos cristalinos, se encuentra Baracoa, la primera ciudad fundada por los españoles en la isla. Establecida el 15 de agosto de 1511 por Diego Velázquez de Cuéllar, bajo el nombre de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, esta ciudad es conocida como la «Ciudad Primada» por ser el asentamiento colonial más antiguo de Cuba.

Baracoa cautiva con su entorno natural exuberante. Rodeada por la Sierra del Purial y bañada por el Océano Atlántico, la ciudad está enclavada entre ríos como el Toa, el más caudaloso de Cuba, y el Miel. El Yunque, una montaña con forma de yunque que se eleva a 575 metros sobre el nivel del mar, es un símbolo distintivo de la región.

Baracoa, una maravilla oculta en Cuba, Lugares y Más

El aislamiento geográfico de Baracoa, debido a su ubicación entre montañas, la mantuvo relativamente apartada del resto de la isla hasta la construcción en 1964 de la carretera La Farola, una obra de ingeniería que conecta la ciudad con Guantánamo a través de un serpenteante trayecto montañoso con impresionantes vistas panorámicas.

La ciudad conserva vestigios de su rica historia. La Catedral de Nuestra Señora de la Asunción alberga la Cruz de la Parra, considerada una de las 29 cruces que Cristóbal Colón colocó en sus viajes y la única que se conserva en Cuba. Fortalezas como El Castillo y Matachín, construidas para defender la ciudad de ataques piratas, hoy sirven como museos y hoteles que narran el pasado colonial de Baracoa.

La gastronomía local es otro de sus atractivos. Platos como el bacán, elaborado con plátano verde y envuelto en hojas de plátano, y el cucurucho, una mezcla dulce de coco, miel y frutas tropicales, reflejan la fusión de tradiciones indígenas, africanas y europeas.

Baracoa también es puerta de entrada al Parque Nacional Alejandro de Humboldt, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que alberga una biodiversidad única con numerosas especies endémicas de flora y fauna.


Descubriendo el secreto mejor guardado de República Dominicana, Playa Esmeralda en Miches

Redacción (Madrid)

Cuando se piensa en República Dominicana, es común imaginar destinos como Punta Cana o Samaná. Sin embargo, existen rincones menos conocidos que ofrecen una experiencia auténtica y alejada del turismo masivo. Uno de estos tesoros ocultos es Playa Esmeralda, ubicada en Miches, un pequeño pueblo pesquero en la costa este del país.

Playa Esmeralda se caracteriza por su belleza natural y su estado prácticamente virgen. Rodeada de exuberante vegetación y montañas, esta playa ofrece aguas cristalinas y arenas blancas, creando un entorno ideal para quienes buscan tranquilidad y conexión con la naturaleza. A diferencia de otras playas más concurridas, aquí es posible disfrutar de la serenidad del mar sin las aglomeraciones típicas del turismo convencional.

El acceso a Playa Esmeralda es relativamente sencillo, pero su ubicación apartada ha permitido preservar su entorno natural. Este aislamiento ha contribuido a mantener la biodiversidad de la zona, convirtiéndola en un ejemplo de turismo sostenible. Los visitantes pueden explorar los alrededores mediante caminatas ecológicas, observación de aves y otras actividades que promueven el respeto por el medio ambiente.

Miches, el pueblo cercano a Playa Esmeralda, conserva su esencia tradicional y ofrece a los viajeros una visión genuina de la vida dominicana. Los habitantes locales son conocidos por su hospitalidad, y es común encontrar pequeños restaurantes donde se pueden degustar platos típicos preparados con ingredientes frescos de la región. Esta combinación de belleza natural y cultura local proporciona una experiencia enriquecedora y única.

Playa Esmeralda en Miches representa una alternativa perfecta para aquellos que desean descubrir la República Dominicana más allá de los destinos turísticos habituales. Su entorno natural preservado, la autenticidad de su comunidad y la tranquilidad que ofrece la convierten en un lugar ideal para quienes buscan una experiencia de viaje diferente y significativa.

Las joyas ccultas de Cuba, un recorrido por sus cascadas más impresionantes

Redacción (Madrid)

Cuando se piensa en Cuba, es fácil imaginar playas de arena blanca, ciudades coloniales detenidas en el tiempo y ritmos de son cubano flotando en el aire. Pero más allá de los clichés turísticos, existe una Cuba secreta, salvaje y desbordante de naturaleza: la de sus cascadas.

Repartidas a lo largo del país, especialmente en sus zonas montañosas, las cascadas cubanas son verdaderos tesoros escondidos. Rodeadas de espesa vegetación tropical, no solo ofrecen un espectáculo visual, sino también una experiencia sensorial completa: el sonido del agua golpeando las rocas, la brisa fresca que alivia el calor del Caribe y la oportunidad de explorar un lado más íntimo de la isla.

El Nicho: el paraíso de Cienfuegos

Ubicado en el Parque Natural El Nicho, en plena Sierra del Escambray, esta serie de saltos de agua es probablemente uno de los destinos naturales más famosos de Cuba. Para llegar, se atraviesa un sinuoso camino de montaña que culmina en un paisaje de piscinas naturales de color turquesa, rodeadas de helechos y orquídeas. La caminata hacia las cascadas, a través del sendero «Reino de las Aguas», es una experiencia en sí misma.

Vegas Grandes, una maravilla natural en Cuba, Lugares y Más

Salto del Hanabanilla: entre montañas y niebla

También en el Escambray, el Salto del Hanabanilla emerge como una maravilla oculta. Con más de 30 metros de altura, esta cascada alimenta el lago Hanabanilla, el único lago de montaña de Cuba. Rodeada por una atmósfera casi mística de neblina y vegetación densa, el Hanabanilla es un lugar donde el tiempo parece detenerse.

Vegas Grandes: la joya de Topes de Collantes

Dentro del Parque Natural Topes de Collantes, en la provincia de Sancti Spíritus, se encuentra la cascada Vegas Grandes. Llegar a ella no es tarea fácil: requiere una caminata exigente a través de senderos empinados y resbaladizos. Pero el esfuerzo se ve recompensado con un impresionante salto de agua de 30 metros que forma una profunda piscina azul en medio de un cañón rocoso.

Cascada de Soroa: el Arcoíris de Cuba

En la provincia de Artemisa, a solo una hora de La Habana, Soroa ofrece una alternativa accesible para los amantes de la naturaleza. Apodada «el arcoíris de Cuba» por la frecuencia con que se forman arcoíris en su entorno brumoso, la cascada de Soroa cae desde 22 metros de altura, en medio de un frondoso bosque de la Sierra del Rosario, una Reserva de la Biosfera.

Un turismo de aventura aún por descubrir

A pesar de su belleza, las cascadas de Cuba siguen siendo relativamente desconocidas para el turismo de masas. Esta baja exposición ha permitido que muchos de estos lugares conserven su carácter prístino. Para quienes buscan una Cuba diferente, lejos del bullicio de Varadero o de los circuitos tradicionales, explorar sus cascadas representa una aventura auténtica y memorable.