
Redacción (Madrid)
Bayahibe, República Dominicana. — En la costa sureste de República Dominicana, a poco más de 20 kilómetros de La Romana, se encuentra Bayahibe, un antiguo pueblo pesquero que hoy se ha convertido en uno de los destinos turísticos más atractivos del Caribe. Sus playas de arena blanca, aguas cristalinas y cercanía con el Parque Nacional del Este lo han posicionado como punto de encuentro entre la vida tradicional dominicana y el turismo internacional.
De pueblo pesquero a destino turístico
Fundado en el siglo XIX por familias de pescadores, Bayahibe vivió durante décadas de la pesca artesanal y del cultivo de la yuca. Sin embargo, a partir de los años noventa experimentó un cambio radical con la llegada de hoteles y operadores turísticos. Hoy, la economía local depende en gran medida del turismo, aunque la comunidad mantiene sus raíces: cada mañana todavía se pueden ver las embarcaciones de pescadores regresando con la captura del día.
Playas y atractivos naturales
La playa de Bayahibe es el centro neurálgico del destino. Sus aguas tranquilas la convierten en un lugar ideal para nadar, practicar esnórquel o simplemente relajarse bajo el sol. Pero su mayor atractivo está en su papel como punto de partida hacia Isla Saona y Isla Catalina, dos joyas del Parque Nacional del Este que reciben miles de visitantes cada año por sus arrecifes de coral y su biodiversidad marina.
El turismo de buceo también se ha consolidado. Los fondos marinos frente a Bayahibe albergan pecios históricos, arrecifes vibrantes y una variedad de vida submarina que ha convertido a la zona en referente para buzos profesionales y aficionados.
Cultura local y hospitalidad
A diferencia de otros polos turísticos de gran escala, Bayahibe mantiene un ambiente acogedor y comunitario. El visitante puede recorrer su malecón, conversar con los pescadores, probar platos típicos como el pescado frito con tostones o participar en festividades locales. Esta combinación de hospitalidad y autenticidad le da un valor añadido frente a destinos más masificados.
Retos del crecimiento
El auge turístico plantea también desafíos. La presión sobre los ecosistemas marinos y el desarrollo urbanístico acelerado han despertado la atención de organizaciones medioambientales, que promueven prácticas sostenibles en el turismo de la zona. Tanto operadores privados como instituciones locales trabajan para que Bayahibe mantenga el equilibrio entre crecimiento económico y conservación natural.
Un destino en expansión
Hoy, Bayahibe no solo es una escala para quienes buscan playas paradisíacas, sino también un punto de interés cultural y ecológico. Su transformación de pueblo pesquero a destino turístico refleja la evolución del Caribe contemporáneo, donde tradición y modernidad conviven en un mismo espacio. Para quienes buscan un lugar que combine belleza natural, historia y cercanía humana, Bayahibe se presenta como un destino imprescindible en República Dominicana.