

Redacción (Madrid)
En un mundo cada vez más acelerado y urbano, la necesidad de conectar con la naturaleza se ha convertido en un anhelo común. El vivac, una forma minimalista de pernoctar al aire libre sin tienda de campaña, ofrece una experiencia íntima y directa con el entorno. No se trata solo de dormir bajo las estrellas: es una manera de reconectar con lo esencial, alejados del bullicio, con lo mínimo y lo justo.
Pero antes de lanzarse a la montaña con el saco de dormir, es importante conocer qué implica exactamente el vivac y cuáles son los requisitos legales para realizarlo en España sin dañar el medio ni incurrir en sanciones.
El vivac consiste en dormir al raso, habitualmente con un saco de dormir, esterilla y, en algunos casos, una funda de vivac o toldo ligero. A diferencia de la acampada, no se instala una tienda ni se ocupa un espacio físico de forma estable o prolongada. Se considera una práctica discreta, de bajo impacto, pensada para montañistas, senderistas o aventureros que desean pasar la noche en plena naturaleza sin dejar huella.

La respuesta depende de la comunidad autónoma y del tipo de espacio natural. A diferencia de la acampada libre, que está prohibida en la mayoría del país, el vivac se encuentra en un vacío legal parcial. No está expresamente regulado en muchas zonas, pero suele tolerarse si se cumplen ciertos principios básicos:
- Discreción total: El vivac debe hacerse al anochecer y desmontarse al amanecer.
- No dejar rastro: Todo lo que se lleve debe volver contigo. Nada de basura, fuego o alteración del entorno.
- Sin estructuras: No se permite montar tiendas, carpas ni instalaciones fijas.
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Fuera de zonas protegidas sin autorización: En parques nacionales o naturales, es necesario consultar previamente o pedir permiso expreso. Por ejemplo:
- En el Parque Nacional de los Picos de Europa y en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el vivac está permitido a partir de cierta altitud y lejos de caminos principales, pero con normas estrictas.
- En la Sierra de Guadarrama, el vivac se permite por encima de los 2.100 metros, fuera de áreas de uso restringido.
- No encender fuego: Está prohibido hacer fuego en la mayoría de entornos naturales por riesgo de incendio.
El vivac ofrece una experiencia auténtica, donde el viajero no solo contempla el paisaje, sino que forma parte de él por una noche. Dormir bajo la bóveda celeste, escuchar el viento o el crujir de los árboles, y despertarse con la primera luz sin barreras entre tú y la montaña, tiene un valor difícil de igualar.
España, con su rica geografía montañosa y diversidad de paisajes, es un país ideal para el vivac. Pero practicarlo exige conocimiento, planificación y respeto. No basta con querer dormir bajo las estrellas: hay que hacerlo de forma responsable, legal y con el menor impacto posible.
