Nos escapamos a una de las joyas del Caribe, descubrimos Playa Arena Gorda

Redacción (Madrid)
En la costa oriental de República Dominicana, donde el sol parece eterno y el mar canta con voz de esmeralda, se encuentra Playa Arena Gorda, un rincón que, aunque menos mencionado que otros destinos, guarda un encanto difícil de ignorar. Esta playa, ubicada al norte de Punta Cana, deslumbra por su amplitud, sus arenas blancas y su oleaje sereno que invita al descanso y la contemplación.

Arena Gorda debe su nombre a la textura firme y densa de su arena, ideal para largas caminatas junto al mar sin hundirse con cada paso. A diferencia de otras playas más conocidas de la región, aquí se respira un aire de calma y autenticidad. Aunque cuenta con presencia hotelera, el ambiente conserva un equilibrio entre lo natural y lo acogedor, sin excesos que opaquen el paisaje.

El agua turquesa de la playa es perfecta tanto para nadar como para practicar deportes acuáticos como el esnórquel o el kayak. La visibilidad bajo el agua sorprende, permitiendo apreciar bancos de peces y la vegetación marina que bordea la costa. Para quienes prefieren simplemente relajarse, las palmeras brindan sombra y el viento cálido acuna el cuerpo y la mente.

Uno de los mayores atractivos de Playa Arena Gorda es su capacidad para hacer sentir al visitante como si estuviera descubriendo un secreto bien guardado. No tiene la masificación de otras zonas cercanas, lo que le permite conservar una atmósfera más íntima. Esto la convierte en una opción ideal tanto para parejas que buscan tranquilidad como para familias que desean un entorno seguro y espacioso.

En los alrededores, pequeños comercios y restaurantes ofrecen una probada de la cocina dominicana con sabores caseros, lejos del circuito turístico habitual. Comer un pescado frito recién salido del mar o un mangú preparado al momento mientras se contempla el atardecer es una experiencia que conecta al viajero con lo esencial.

Escaparse a Playa Arena Gorda es reencontrarse con la esencia del Caribe: un lugar donde la naturaleza todavía dicta el ritmo y donde cada detalle parece diseñado para el disfrute sin artificios. Es una joya discreta, pero luminosa, que espera a quienes se atreven a mirar más allá de lo obvio.

Los tesoros ocultos más allá de Punta Cana, turismo alternativo en República Dominicana

Redacción (Madrid)
Cuando se habla de turismo en República Dominicana, la imagen que rápidamente viene a la mente son las playas de arena blanca y resorts todo incluido de Punta Cana. Sin embargo, más allá de este destino famoso, el país caribeño guarda una riqueza de lugares inexplorados que invitan a los viajeros a descubrir otra cara de la isla, donde la autenticidad y el contacto directo con la naturaleza, la cultura y las tradiciones locales son protagonistas.

En el norte, la región de Samaná ofrece uno de los espectáculos naturales más impresionantes, el avistamiento de ballenas jorobadas. Cada año, entre enero y marzo, cientos de ballenas migran a la bahía para reproducirse, brindando a los visitantes una experiencia única. Además, sus playas, como Playa Rincón o Las Galeras, aún conservan un aire virgen que contrasta con las costas más comerciales del país.

Hacia el interior, Constanza y Jarabacoa abren la puerta al turismo de montaña. Conocidas como “la Suiza del Caribe”, estas regiones de clima fresco son el escenario perfecto para el senderismo, el rafting y el ecoturismo. El Pico Duarte, la montaña más alta del Caribe, desafía a aventureros de todo el mundo que buscan coronarlo a pie, en una travesía que mezcla naturaleza extrema y hospitalidad rural.

El sur del país, tradicionalmente menos turístico, guarda joyas como Bahía de las Águilas, una de las playas más prístinas del Caribe, situada dentro del Parque Nacional Jaragua. Su acceso difícil garantiza un paisaje prácticamente intacto, donde el mar turquesa y la soledad son la recompensa. La región también ofrece enclaves históricos, como la ciudad de Barahona y sus mercados artesanales.

Cada uno de estos destinos alternativos no solo ofrece paisajes distintos, sino que también permite al visitante adentrarse en el corazón de la vida dominicana. En los pequeños pueblos, los mercados locales, las celebraciones religiosas y la gastronomía casera revelan una cultura vibrante que a menudo queda eclipsada por la imagen de los grandes resorts.

Impulsar el turismo alternativo en República Dominicana es, además, una apuesta por un desarrollo más sostenible e inclusivo. Al diversificar la oferta y distribuir mejor el flujo de visitantes, se abren nuevas oportunidades económicas para las comunidades locales y se promueve la conservación del patrimonio natural y cultural. Más allá de Punta Cana, el país tiene mucho que ofrecer a quienes se atreven a mirar un poco más lejos.

Los países europeos preferidos por los españoles para vivir

Redacción (Madrid)
En los últimos años, cada vez más españoles han decidido hacer las maletas y buscar nuevas oportunidades de vida en otros países europeos. La movilidad laboral, la búsqueda de una mejor calidad de vida y el deseo de experimentar nuevas culturas son algunos de los motivos que impulsan este fenómeno. Aunque el abanico de destinos es amplio, ciertos países destacan como favoritos entre quienes deciden dar el salto fuera de nuestras fronteras.

Alemania se ha consolidado como uno de los principales destinos para los españoles. Su potente mercado laboral, especialmente en sectores como la ingeniería, la sanidad y la tecnología, atrae a miles de profesionales cada año. Además, la estabilidad económica, los salarios competitivos y la calidad de los servicios públicos convierten al país germano en una opción muy valorada por quienes buscan desarrollar una carrera internacional.

Reino Unido, a pesar del Brexit, sigue siendo otro de los países más elegidos. Londres y otras grandes ciudades británicas continúan ofreciendo atractivas oportunidades de empleo, sobre todo en áreas como la hostelería, la educación y los servicios financieros. La facilidad para adaptarse al idioma y la existencia de comunidades españolas numerosas ayudan a que muchos compatriotas se sientan rápidamente integrados.

Francia también ocupa un lugar destacado en las preferencias de los españoles. La proximidad geográfica, el idioma y las similitudes culturales hacen que París, Lyon o Toulouse se conviertan en destinos accesibles y familiares. Además, la posibilidad de trabajar en sectores como la educación, el turismo o la moda seduce a aquellos que buscan un cambio sin alejarse demasiado de casa.

Portugal, por su parte, ha ganado popularidad en los últimos tiempos. Ciudades como Lisboa y Oporto ofrecen un coste de vida relativamente más bajo en comparación con otras capitales europeas, además de un clima agradable y una cultura similar. Muchos españoles encuentran en Portugal no solo oportunidades laborales, sino también un estilo de vida relajado y acogedor.

Otros destinos como Países Bajos, Irlanda o Bélgica también figuran entre los favoritos, especialmente para aquellos que buscan entornos internacionales y un alto nivel de vida. En definitiva, Europa sigue ofreciendo a los españoles un abanico de posibilidades para construir nuevos proyectos personales y profesionales, reafirmando la idea de que las fronteras son cada vez menos un obstáculo para quienes buscan su lugar en el mundo.

¿Azores o Madeira? te resolvemos la incógnita sobre qué islas escoger para tus vacaciones

Redacción (Madrid)

Portugal guarda algunos de sus mayores tesoros más allá del continente. En pleno Atlántico, dos archipiélagos se disputan el corazón de los viajeros: las Azores y Madeira. Ambas islas prometen naturaleza exuberante, una fuerte identidad local y el encanto hospitalario portugués. Pero si estás tratando de decidir entre una u otra para tus vacaciones, conviene explorar qué ofrece cada una… y cuál se lleva finalmente la corona.

Las Azores, formadas por nueve islas de origen volcánico, son un paraíso para los amantes de la naturaleza en estado puro. Aquí, el turismo tiene un carácter sostenible y tranquilo, con rutas de senderismo que atraviesan lagunas escondidas, montañas escarpadas y bosques neblinosos. São Miguel, la isla más grande, es un espectáculo de contrastes: el cráter de Sete Cidades, la caldera de Furnas con sus géiseres naturales, y las plantaciones de té de Gorreana ofrecen experiencias únicas. El avistamiento de ballenas y delfines, además, convierte al archipiélago en un destino especial para los que buscan contacto directo con la vida marina.

Madeira, por su parte, brilla con un atractivo más refinado. Su clima templado durante todo el año, su cuidada infraestructura turística y una oferta que combina lujo y tradición la hacen ideal para quien busca relajación sin renunciar a la aventura. Las levadas, canales de riego convertidos en senderos, son uno de sus mayores atractivos para el senderismo suave. Funchal, la capital, ofrece animación urbana, buenos restaurantes y vinos históricos que siguen conquistando paladares desde hace siglos. Madeira también destaca por su accesibilidad, con conexiones aéreas más frecuentes y una oferta hotelera más amplia, perfecta para quienes valoran el confort.

Entonces, ¿cuál escoger? Si bien Madeira enamora con su equilibrio entre naturaleza, cultura y comodidad, las Azores ofrecen una experiencia más auténtica, salvaje y transformadora. En un mundo donde cada vez cuesta más encontrar destinos que aún conserven su alma intacta, las Azores brillan como un secreto bien guardado. Son la opción ideal para quienes desean perderse (y encontrarse) entre volcanes, lagunas misteriosas y el silencio de una naturaleza intacta. Por eso, si buscas un viaje que te conecte con lo esencial, las Azores son el destino ganador.

Los mejores planes para un fin de semana en Madrid

Redacción (Madrid)
Madrid ofrece una infinidad de posibilidades para quienes buscan aprovechar al máximo dos días de descanso. Comenzar por dar un paseo matutino por el parque del Retiro permite disfrutar de sus estanques, jardines florales y rincones tranquilos antes de que lleguen las multitudes. Cerca de allí, un desayuno tradicional con churros y chocolate caliente en alguno de los establecimientos emblemáticos aporta la energía necesaria para afrontar la jornada.

Tras recargar pilas, dirigirse al triángulo del arte –Museo del Prado, Museo Thyssen-Bornemisza y Museo Reina Sofía– brinda la oportunidad de sumergirse en la pintura clásica y contemporánea. Conviene elegir uno o dos museos para no saturarse; dedicar un par de horas a contemplar obras maestras como Las Meninas o el Guernica resulta inolvidable.

La hora de comer invita a explorar el mercado de San Miguel, donde la oferta de tapas, jamones y vinos permite probar diferentes sabores sin comprometerse con un solo plato. Para quienes prefieren algo menos concurrido, los barrios de Chueca o Malasaña cuentan con bares de moda y restaurantes de cocina creativa que se adaptan a todos los gustos.

Por la tarde, una visita al templo de Debod ofrece las mejores vistas del atardecer sobre la Casa de Campo y la montaña de El Pardo. Aprovechar los senderos circundantes para una pequeña caminata o simplemente descansar en uno de los bancos mirando al horizonte es una experiencia única.

Al caer la noche, disfrutar de un espectáculo de flamenco en un tablao tradicional ofrece un broche de oro al primer día. La fuerza del baile y el cante en directo, junto al ambiente íntimo, crean un recuerdo imborrable.

El segundo día puede comenzar con una excursión fuera del centro, el monasterio de El Escorial o la arquitectura palaciega de Aranjuez están a menos de una hora en tren. Ambas escapadas permiten admirar jardines, edificios históricos y la belleza de la sierra madrileña.

Para la comida, regresar a Madrid y saborear un cocido madrileño en un restaurante clásico, como los que se encuentran en la zona de La Latina o Chamberí, es sinónimo de tradición y sabor. Este guiso contundente es perfecto para reponer fuerzas tras la excursión.

La tarde del domingo puede dedicarse a descubrir el Madrid más alternativo, paseando por Lavapiés y sus calles llenas de arte urbano, librerías independientes y cafeterías de especialidad. Para los amantes de la música, una visita a alguna sala de conciertos de pequeño formato ofrece la posibilidad de escuchar bandas emergentes.

Finalizar el fin de semana con un picnic en el parque Juan Carlos I o una copa en una terraza con vistas al skyline madrileño, como las de Círculo de Bellas Artes o el hotel Emperador, cierra la experiencia con un toque de sofisticación y permite contemplar la ciudad iluminada antes de despedirse.

El resurgir de Puerto Plata

Redacción (Madrid)
Puerto Plata, R.D, la novia del Atlántico continúa consolidándose como uno de los destinos turísticos más importantes del Caribe con el anuncio de una nueva inversión hotelera en la zona de Cofresí, que promete generar cientos de empleos directos e indirectos y dinamizar aún más la economía local.

La empresa internacional Caribbean Sun Resorts confirmó este viernes la construcción de un moderno complejo turístico de lujo que contará con más de 500 habitaciones, varias piscinas temáticas, restaurantes de clase mundial y un centro de convenciones con capacidad para más de 1,000 personas. La obra, valorada en más de 120 millones de dólares, se estima que estará finalizada a mediados del 2027.

Autoridades locales y representantes del sector turístico saludaron la iniciativa, destacando que la llegada de nuevas inversiones no solo mejora la oferta hotelera, sino que también impulsa el desarrollo de comunidades aledañas y promueve el crecimiento sostenible. El alcalde de Puerto Plata, Roquelito García, expresó que este proyecto refleja la confianza de inversionistas en la estabilidad económica de la región y el atractivo natural de la costa norte.

Por su parte, la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Empresas Turísticas del Norte (ASHONORTE) indicó que la entrada de nuevos actores al mercado motiva a elevar la calidad de los servicios, lo cual fortalece la imagen de Puerto Plata como un destino competitivo a nivel internacional.

La construcción del nuevo hotel también incluye planes para colaborar con escuelas técnicas de la provincia a fin de capacitar a jóvenes en áreas clave como hotelería, gastronomía y administración turística. “Nuestro compromiso va más allá del desarrollo económico. Queremos dejar una huella social positiva y ser parte del futuro de esta comunidad”, señaló Laura Méndez, directora ejecutiva del proyecto.

Mientras tanto, los residentes de Cofresí y zonas cercanas expresaron su entusiasmo ante la posibilidad de nuevas oportunidades de empleo y crecimiento. Muchos coinciden en que Puerto Plata está viviendo un nuevo auge turístico que recuerda los tiempos dorados de los años 90, pero con una visión más sostenible y enfocada en el bienestar colectivo.

Monte Yōtei: el Fuji de Hokkaidō que conquista corazones viajeros

Redacción (Madrid)

En el corazón de Hokkaidō, al norte de Japón, se alza majestuoso el Monte Yōtei, un volcán simétrico de 1.898 metros de altura que, por su forma cónica perfecta, ha sido apodado «Ezo Fuji», en referencia al antiguo nombre de la isla y su semejanza con el icónico Monte Fuji. Su silueta domina el paisaje del Parque Nacional Shikotsu-Tōya, atrayendo a excursionistas, fotógrafos y amantes de la naturaleza durante todo el año.

Aunque su última erupción data aproximadamente del año 1050 a.C., el Monte Yōtei sigue siendo una presencia imponente en la región. Sus laderas están cubiertas por densos bosques hasta aproximadamente los 1.700 metros, donde comienza la zona alpina que culmina en un cráter circular en la cima. Esta transición de ecosistemas ofrece una rica biodiversidad, incluyendo especies endémicas que florecen entre julio y agosto.

El Monte Yōtei cuenta con varias rutas de ascenso que se adaptan a diferentes niveles de experiencia. La ruta de Makkari es especialmente popular entre los principiantes por sus pendientes suaves y buen mantenimiento. Para los más experimentados, las rutas de Kutchan-Hirafu y Kimobetsu ofrecen desafíos adicionales y vistas espectaculares. Independientemente del camino elegido, la ascensión suele durar entre 4 y 6 horas, recompensando a los aventureros con panorámicas inigualables desde la cima.

Más allá del senderismo, el Monte Yōtei es un destino versátil que ofrece actividades en todas las estaciones. En invierno, sus laderas se convierten en un paraíso para el esquí de travesía, atrayendo a esquiadores que buscan nieve virgen y descensos emocionantes. Durante la primavera, el Jardín de Shibazakura de Mishima, ubicado cerca de la estación de JR Kutchan, se llena de flores rosadas que crean un contraste impresionante con la montaña nevada al fondo. En verano y otoño, los visitantes pueden disfrutar de rutas de ciclismo y campamentos en los alrededores del Lago Tōya, siempre con el Monte Yōtei como telón de fondo.

La forma más conveniente de acceder al Monte Yōtei es a través de la estación JR Kutchan, desde donde se pueden tomar autobuses locales hasta los puntos de inicio de las rutas de senderismo. Es importante planificar con antelación, ya que los servicios de transporte pueden ser limitados, especialmente fuera de temporada. Además, se recomienda llevar suficiente agua y alimentos, ya que no hay puntos de abastecimiento en las rutas, y estar preparado para cambios climáticos repentinos.

Visitar el Monte Yōtei es sumergirse en una experiencia que combina la majestuosidad de la naturaleza con la serenidad del paisaje japonés. Ya sea contemplando su silueta desde la distancia o alcanzando su cima, este volcán ofrece momentos memorables que perduran en la memoria de quienes lo exploran.

Tsushima, el secreto mejor guardado entre Japón y Corea

Redacción (Madrid)

La isla de Tsushima, situada entre Kyushu y la península de Corea, es un destino que combina historia, naturaleza y cultura. Conocida por su papel en la historia japonesa y su biodiversidad, Tsushima ofrece una experiencia única para los viajeros que buscan explorar una parte menos conocida de Japón.

Tsushima es un paraíso para los amantes de la naturaleza. Sus paisajes montañosos y costas escarpadas albergan una rica biodiversidad, incluyendo el gato de Tsushima, una especie endémica en peligro de extinción. La isla cuenta con senderos que atraviesan bosques y montañas, ofreciendo vistas panorámicas y la oportunidad de observar la flora y fauna locales.

La isla alberga varios santuarios sintoístas de importancia histórica. El Santuario Kaijin, también conocido como Watatsumi, es uno de los más destacados, con su torii que se adentra en el mar, similar al famoso Itsukushima. Otro sitio notable es el Santuario Watazumi, que cuenta con una serie de torii alineados, dos de los cuales están en el océano, creando una imagen impresionante. Estos santuarios reflejan la profunda conexión espiritual de la isla con el mar y la naturaleza.

La cocina de Tsushima se basa en productos frescos del mar y de la tierra. Los pescados y mariscos son protagonistas en muchos platos, y la isla es conocida por su producción de perlas. Los restaurantes locales ofrecen una variedad de platos que destacan los sabores auténticos de la región.

Tsushima es accesible por ferry desde Fukuoka y Busan, Corea del Sur, así como por vuelos desde el Aeropuerto de Nagasaki. La isla cuenta con infraestructura turística que incluye alojamientos, restaurantes y servicios para visitantes, lo que facilita la exploración de sus múltiples atractivos.

En resumen, Tsushima es un destino que ofrece una combinación única de historia, naturaleza y cultura. Su belleza escénica y su patrimonio cultural la convierten en un lugar ideal para quienes buscan una experiencia auténtica y enriquecedora en Japón.

Mapas, risas y maletas, destinos mágicos para perderse con amigos

Redacción (Madrid)
Viajar con amigos es una de esas experiencias que se quedan grabadas para siempre. No se trata solo de conocer lugares nuevos, sino de compartir aventuras, risas inesperadas, planes improvisados y momentos que, con el tiempo, se convierten en anécdotas eternas. Elegir el destino ideal puede marcar la diferencia entre un buen viaje y uno inolvidable, y el mundo está lleno de rincones perfectos para descubrir en compañía.

Barcelona es una ciudad que lo tiene todo para un grupo de amigos. Playas, cultura, vida nocturna y gastronomía. Desde recorrer las coloridas calles del barrio Gótico hasta ver el atardecer desde los búnkers del Carmel, cada día ofrece algo distinto. Por la noche, bares y discotecas de todos los estilos se reparten entre El Raval y la Vila Olímpica, donde la fiesta parece no tener fin.

Sol, tapas y mil planes improvisados, Barcelona, donde cada esquina parece un reto entre amigos, Lugares y más

Si el grupo busca naturaleza, fiesta y libertad, Tulum, en México, se ha convertido en un destino soñado. Las playas de arena blanca y aguas turquesa conviven con cenotes escondidos y ruinas mayas frente al mar. Por la noche, el ambiente bohemio y las fiestas en la selva crean una atmósfera mágica y salvaje que parece sacada de otro mundo.

Para quienes prefieren una escapada urbana y vibrante, Berlín ofrece una mezcla irresistible de historia, arte y vida alternativa. La ciudad invita a recorrerla en bici, descubrir clubes icónicos como Berghain o Sisyphos, explorar mercados callejeros, o simplemente perderse por sus barrios más creativos como Kreuzberg o Friedrichshain. Berlín no duerme, y los recuerdos que deja son tan intensos como la ciudad misma.

Ciudad donde el arte no duerme, la música manda y el desayuno se toma a la hora de la cena, Lugares y más

En Asia, Bali es el paraíso para los grupos que buscan espiritualidad, surf, paisajes de película y noches relajadas junto al mar. Desde practicar yoga en Ubud hasta salir de fiesta en Canggu o Seminyak, la isla ofrece una combinación de relax y diversión difícil de igualar. Además, el alojamiento es asequible y abundan las villas privadas perfectas para compartir entre varios.

Y si el plan es vivir una experiencia más salvaje, un road trip por Islandia es la mejor forma de conectar con la naturaleza y con el grupo. Volcanes, cascadas, glaciares, aguas termales… Cada parada en el camino parece irreal. Acampar bajo las estrellas o bañarse en aguas calientes rodeados de nieve es el tipo de recuerdo que une para siempre.

No importa el destino tanto como la energía con la que se viaja. Lo importante es encontrar ese lugar donde el mundo se detiene por un momento y los días se llenan de vida. Viajar con amigos no es solo irse lejos, es acercarse más a quienes caminan a nuestro lado, y descubrir juntos lo extraordinario dentro de lo cotidiano.

Tras la brisa encantada, explorando los palacios ocultos de las estrellas en Miami

Redacción (Madrid)
Miami no solo es conocida por sus playas paradisíacas y su vibrante vida nocturna, sino también por ser el hogar de algunas de las celebridades más influyentes del mundo. Desde estrellas del pop hasta magnates del deporte, la ciudad es un imán para quienes buscan sol, privacidad y mansiones frente al mar. La famosa “celebrity house tour” en Miami se ha convertido en una de las actividades turísticas más solicitadas, ofreciendo una mirada al estilo de vida de los ricos y famosos.

La mayoría de estas rutas se realiza en barco, navegando por la exclusiva Biscayne Bay. Durante el recorrido, los guías señalan las espectaculares residencias ubicadas en islas como Star Island, Palm Island, Hibiscus Island o Fisher Island, todas ellas accesibles solo por mar o mediante vigilancia privada.

bajo el sol dorado de Miami, los sueños de Hollywood flotan sobre el agua entre jardines mágicos y muelles secretos, Lugares y más

Entre las paradas más populares se encuentra la antigua mansión de Gianni Versace (aunque su icónica Villa está en South Beach), y las propiedades de celebridades como Gloria Estefan, Shaquille O’Neal, Ricky Martin, Jennifer Lopez, o el productor musical DJ Khaled.

Lo que tienen en común estas mansiones no es solo su precio, que fácilmente supera los 20 millones de dólares, sino su arquitectura de lujo y su ubicación estratégica con vistas inmejorables. Piscinas infinitas, muelles privados, helipuertos y sistemas de seguridad de última generación son elementos casi estándar.

Para los turistas, el recorrido no es solo una oportunidad de ver de cerca estas impresionantes propiedades, sino también de imaginar, aunque sea por un momento, cómo sería vivir entre yates, arte contemporáneo y fiestas exclusivas.

Detrás de cada fachada se esconde una historia. Algunas mansiones han servido como localización para películas, otras han cambiado de dueño en ventas millonarias que aparecen en titulares internacionales. Los guías, muchos de ellos expertos en el tema, amenizan el trayecto con anécdotas curiosas, rumores y datos sorprendentes sobre las vidas privadas de los famosos.

Aunque la ruta no permite pisar las casas , es una experiencia que mezcla turismo, curiosidad y una pizca de glamour. Ya sea para fans de las celebridades, aficionados a la arquitectura moderna, o simplemente quienes buscan una excursión distinta en Miami, esta ruta es una forma entretenida y lujosa de conocer otro lado de la ciudad.