San Lorenzo de El Escorial nos sorprende desde el primer minuto del viaje

Redacción

San Lorenzo de El Escorial, enclavado en plena Sierra de Guadarrama, fue residencia real veraniega a medio camino entre Madrid y La Granja de San Ildefonso. Gracias a ello, presenta una gran cantidad de monumentos de dicha época, que hoy en día ha sido reconvertidos danto lugar a una ciudad llena de encanto, ambiente cultural y opciones de ocio.
Por su belleza, San Lorenzo de El Escorial junto a Aranjuez y Alcalá de Henares están recogidas en el programa de Patrimonio Mundial de la Comunidad de Madrid.


Felipe II fijó el emplazamiento del conjunto a finales de 1562 para conmemorar la Batalla de San Quintín, según proyectos de Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera. El Monasterio y Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial fue declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1984.

Visitamos el Monasterio

El Monasterio es un lugar de impresionantes dimensiones y de gran valor. Destaca la Basílica monumental, el Panteón Real donde se encuentran enterrados monarcas españoles de las casas de Austria y Borbón, el Panteón de los Infantes, las Salas Capitulares, la Biblioteca y los patios, que no podían faltar en una Residencia de verano digna de reyes.
Aunque en la basílica se encuentran dos monumentos funerarios, dedicados a las familias de Carlos I y Felipe II, los restos mortales de los monarcas están en el Panteón de los Reyes, situado bajo el presbiterio de la basílica en una capilla circular. Los demás miembros de la familia Real son enterrados en el Panteón de los Infantes.

El Monasterio es un lugar de impresionantes dimensiones y de gran valor, Turismo Madrid

La decoración del Monasterio y de los elementos que lo componen fue encargada a algunos de los artistas más destacados de la época. La puedes visitar en el Museo de Arquitectura y Pintura, en la que encontrarás una importante colección de pinturas de El Greco, Tiziano, Ribera, Luca Giordano, Zuccaro, Tintoretto, Veronés, Velázquez, El Bosco o Zurbarán y también esculturas de Monegro, Bernini y Cellini.
Este Conjunto Histórico-Artístico se completa con la Casa de los Oficios, la Casa de los Infantes y la Casa de la Reina, el Real Coliseo de Carlos III y la Casita del Infante y los Jardines Históricos de alto valor botánico.

Su trazado urbano, fue enriqueciéndose gracias a que aristócratas y burgueses de la capital levantaron aquí sus residencias de verano. Se trata, en definitiva, de una elegante población de rico patrimonio monumental rodeada de montañas y bosques. Casas y palacetes se pliegan a un urbanismo racionalista que perpetúa la simetría del Monasterio. El Palacio del Marqués de Campo Villar, la Casa del Duque de Medinaceli o la Casa de las Columnas son algunas bellas muestras.

Entorno natural

Por su singularidad, la visita a San Lorenzo de El Escorial no debe hacerse sin haber disfrutado de las maravillas que la naturaleza esconde en lugares tan bellos como La Herrería y el Pinar de Abantos. Sus valores naturales y su carácter excepcional, provocaron las declaraciones de Paisaje Pintoresco en el caso del Pinar de Abantos y, de Bosque de especial interés ecológico en el caso de la Herrería, lo que garantiza su protección y conservación para las futuras generaciones.

Valores naturales y carácter excepcional , Turismo Madrid

La Silla de Felipe II se encuentra a unos dos kilómetros y medio del municipio. Se dice, que desde este observatorio natural el monarca contemplaba el desarrollo de las obras del Monasterio. Algunos expertos aseguran que estos asientos de granito, para el rey y dos acompañantes, son restos de un milenario altar celtíbero.
Desde aquí puedes percibir que el Monasterio tiene forma de parrilla invertida, en homenaje a San Lorenzo, que fue martirizado en una de ellas allá por el año 258.

En San Lorenzo de El Escorial también puedes saborear la auténtica cocina madrileña y serrana. Caracoles, tortilla de patatas y embutidos servirán de aperitivo. El cocido madrileño (garbanzos, carnes y verduras), los callos y las sopas de ajo, hunden sus raíces en la más pura tradición castellana.