Por Redacción

Islandia es un destino que ofrece un amplio abanico de atractivos turísticos para todos los públicos y gustos. Los más urbanitas pueden disfrutar en la cosmopolita y moderna capital, Reykjavík; mientras que los amantes de la naturaleza pueden realizar numerosas actividades deportivas al aire libre. Los niños también encontrarán en Islandia su destino ideal.

Si estos disfrutaron con la película Viaje al Centro de la Tierra, adaptación cinematográfica de la novela de Julio Verne, su viaje a la isla nórdica les entusiasmará. En ella podemos encontrar un sinfín de actividades para realizar en familia y nosotros te propones los 9 motivos por los que no debes dudar :

Las auroras boreales son uno de los grandes atractivos, Lugares y Más

1. Sus contrastes. Sin duda alguna, los fuertes contrastes de la isla no dejarán indiferente a nadie. Conocida como “La Tierra de hielo y fuego”, ofrece una gran diversidad de paisajes impactantes. Alberga desde uno de los glaciares más grandes de Europa –el Vatnajökull– hasta algunos de los volcanes más activos del mundo, campos de lava cubiertos de musgo y fiordos, entre muchos otros.
 
2. La fauna islandesa. Los niños amantes de los animales disfrutarán mucho con su fauna. A partir de mayo comienza la mejor época para el avistamiento de aves. La isla cuenta con 75 especies de aves autóctonas, como el frailecillo común, el gran protagonista y símbolo del país. Los más pequeños lo reconocerán por su pico triangular y plano, rojo y amarillo. Islandia también ofrece una oportunidad única de ver ballenas en libertad en su hábitat natural, con excursiones en barco. La mejor época para observarlas es entre junio y agosto. También se puede disfrutar del avistamiento de focas en barco.
 
3. Actividades en la naturaleza. Islandia es toda una aventura para mayores y pequeños. La diversidad de sus paisajes permite practicar deportes y actividades de lo más variopintas, como dar un paseo en caballo vikingo por las praderas islandesas; hacer submarinismo o esnórquel entre peces exóticos; recorrer la capital islandesa en bicicleta o, entre otros, realizar senderismo por glaciares mientras se contemplan unas impresionantes vistas.
 
4. Auroras boreales. El invierno islandés ofrece una de las exhibiciones más mágicas de la naturaleza: la aurora boreal. De septiembre a abril, los niños, junto a sus padres, sentirán cómo baila el cielo ante sus ojos gracias a la oscuridad extrema de esta estación. La mejor forma de observarla es desde las afueras de las grandes ciudades, donde la falta de luz en el campo permite la mejor visualización de las brillantes luces verdes a partir de las nueve de la noche.
 
5. Piscinas al aire libre. Islandia es un auténtico santuario de la relajación gracias a sus aguas termales. En la isla podemos encontrar numerosas piscinas municipales, donde los niños podrán jugar y divertirse. Estas aguas están calientes por la energía geotermal que aportan los volcanes que pueblan el país. Algunos de los más famosos son la Laguna Azul, a 45 minutos de Reykjavík, y los Baños Naturales de Mývatn, en Húsavik.
 
6. Aprendiendo geología. Islandia nos da la oportunidad de viajar al centro de la Tierra y descubrir su geología. Los más pequeños disfrutarán como auténticos exploradores de las cavernas durante tres horas. Otra propuesta a destacar es un viaje al interior de un volcán.
 

7. La cultura de Reykjavík. La capital islandesa goza de una gran oferta cultural: galerías de arte, museos, librerías, tiendas de música y cafés. El Museo Nacional de Islandia dedica un espacio a los niños, con materiales con los que pueden interactuar y trajes típicos con los que vestirse. Además, durante todo el año se celebran numerosos festivales de música, cine y moda, con actividades especiales para ellos. El Festival Vikingo de Hafnarfjördur, que se celebra en junio en la localidad del mismo nombre, atrae a familias con sus pasacalles, canciones y bailes, caminatas por la noche y trajes vikingos.
 
8. Las casas turf. De gran tradición vikinga, este tipo de construcciones están hechas de madera y cubiertas con tierra y hierba, ofreciendo así un mayor aislamiento térmico que llamará la atención de los más pequeños.
 
9. La gastronomía islandesa. La comida de Islandia se caracteriza por exóticos productos como la ballena, el frailecillo o el reno. Los más pequeños, quizás, no querrán probar estas especialidades culinarias, que hacen las delicias de los paladares más exquisitos, pero si querrán degustar el perrito caliente islandés, famoso en Islandia desde hace años. Para disfrutarlo, hay que pedir “uno con todo”, con cebolla frita y cebolla cruda, kétchup, mostaza y salsa remoulade.

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